El esperpento que se ha vivido en el Gran Premio de Bélgica de este fin de semana era difícil de esperar, pero terminó sucediendo. Y no se pudo gestionar peor. La adversa climatología daba la excusa perfecta para haber pensado un poco más en los aficionados y no en el negocio, pero no se hizo, y eso ha provocado el enfado de muchas personas cercanas al 'Gran Circo', entre ellas los pilotos.
Algunos como Carlos Sainz o Lewis Hamilton fueron claros en su análisis y en su diagnóstico y criticaron la forma en la que se ha gestionado toda la atención con los aficionados y el reparto de unos puntos y unos premios sin que hubiera una carrera real, algo que pocos entienden y que tuvo como principales beneficiados a Max Verstappen y a George Russell.
El de Red Bull, aunque pocos, sumó unos puntos para recortar su diferencia con Hamilton, mientras que el de Williams sumó su primer podio en la Fórmula 1 y sus primeros puntos de la temporada gracias a su genial clasificación del sábado.
Quien también se mostró muy crítico en los micrófonos de DAZN con lo sucedido fue Fernando Alonso, que calificó de regalo el hecho de dar unos puntos de esta forma y de operación de marketing el hecho de montar un circo con los coches dando vueltas a ritmo reducido para justificar que había habido una carrera, y no suspenderla y devolver el dinero a los aficionados o pasarla al lunes.
"Prefiero no decir nada. Estoy el once, a una posición de los puntos, nos estamos jugando mucho en el campeonato de constructores. Nos estamos jugando bonus, nos estamos jugando muchas cosas. Muchos han tenido las Navidades anticipadas porque, hoy, sin poder correr, que te den los puntos, es un shock".
"Nosotros no tenemos nada que decir. A nosotros lo que más nos interesa es la seguridad y que se nos escuche en temas de seguridad. Y luego los temas deportivos, o de puntos, o de márketing o lo que hayamos hecho... porque estas últimas tres vueltas, supongo que son más una operación de márketing para dar tres vueltas, decir que no se podía, dar los puntos y todos contentos. Porque sin estas tres vueltas los puntos no se podían dar, me parece. Pararon el reloj, luego lo reiniciaron, luego pararlo otra vez... la verdad es que sabe mal. Ha sido un día medio absurdo".
Era imposible correr
Fernando Alonso se mostró en una línea muy similar a la de su compatriota Carlos Sainz, admitiendo que no era posible correr debido a la poca capacidad de distinguir a otros monoplazas en la pista con tanta agua y con tanto espray. Además, la demora hizo que la luz se redujera visiblemente: "Las condiciones no eran apropiadas para correr en cuanto a visibilidad. Era lo correcto no disputar la carrera. Me sabe mal por la gente, que ha pasado un fin de semana a remojo desde el sábado".
El asturiano se mostró profundamente dolido por lo que tuvieron que pasar todos los aficionados y lo personalizó en dos personas que captaron su atención: "Cuando enfocaban una grada se me partía el corazón. Había una pareja mayor, en un momento de la primera bandera roja, de unos 65-70 años. La mujer estaba mirando el teléfono. Pensaba en ellos y me sabe muy mal".
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