La brecha crece y el tiempo se reduce. A falta de cuatro carreras por disputarse en el Mundial de Fórmula 1, Max Verstappen amplió en México su ventaja sobre Lewis Hamilton hasta los 19 puntos. Otra victoria de 'Mad Max', la segunda consecutiva, mientras que el piloto británico lleva tres seguidas que no se sube al cajón más alto del podio. Mercedes ve peligrar su corona.
La caída de un imperio nunca es suave y el de Mercedes está por desmoronarse. Los nervios se sienten y no es que en la escudería alemana estén acostumbrados a ellos tras siete años seguidos casi paseándose por el Gran Circo. Siete años de dominio absoluto, tanto en el Mundial de pilotos como en el de constructores, en los que solo en dos otro piloto de otra escudería se llevó el subcampeonato: Vettel (Ferrari), en 2017 y 2018.
Quedan 107 puntos en juego, pero el Red Bull de Verstappen no da muestras de debilidad. De hecho, es más rápido que el Mercedes y Toto Wolff (jefe de la firma germana en Fórmula 1) y compañía lo saben. También el propio Hamilton y así se lo hacía saber a su equipo por radio cuando se vio 'encerrado' en segunda posición entre dos 'toros' que eran los monoplazas de Max y 'Checo' Pérez: "Son demasiado rápidos".
No tenemos lo suficiente en este momento para competir con ellos
Una vez los coches cruzaron la línea de meta, Hamilton siguió la misma línea en su discurso acentuando su resignación: "Lo di absolutamente todo, pero su coche ha sido muy superior durante este fin de semana". Y añadió: "Pero ya sabes, son demasiado rápidos y, desafortunadamente, darlo todo no es suficiente en este momento para competir con ellos".
El heptacampeón baja los brazos. Además, no quiere verse en un duelo a lo Ayrton Senna contra Alain Prost. Eran otros tiempos los de aquellos Mundiales de 1989 y 1990 en los dos pilotos protagonizaron dos 'enganchones' que acabaron repartiendo un título para cada uno. Demasiada tensión se respiró en el paddock este año tras el choque en Monza que dejó clavado el Red Bull de Verstappen encima del Mercedes de Hamilton, pero aquello parece haber quedado zanjado.
Calendario en contra
A Mercedes no le favorece cómo sopla el viento. Ni en la clasificación actual ni tampoco en el calendario. Y es que ahora toca correr en Brasil, en el circuito de Interlagos, que según Wolff, "suele favorecer a Red Bull". No hay un precedente del año pasado por la pandemia, pero en 2019, la última vez que se corrió allí, los motores Honda mandaron con Verstappen y Gasly (este en Toro Rosso) en las dos primeras plazas. Hamilton ni siquiera se subió al podio tras un incidente con el otro Red Bull, el de Albon.
Solo será 'terreno Mercedes' la última prueba del Mundial, la de Abu Dhabi, donde Hamilton ha ganado antes hasta en cinco ocasiones por una de Verstappen. Luego están las dos incógnitas de qué coche irá mejor en Qatar (circuito de Losail) y Arabia Saudí (circuito de Jeddah), dos pruebas que se estrenan en el calendario.
Bottas, en el punto de mira
Mercedes, al borde del cortocircuito, tiene a su 'cabeza de turco' y es el bueno de Valtteri Bottas. Tampoco es que el finlandés haga mucho por tener la fiesta en paz y es que un error suyo en la salida (partía como primero) regaló a Verstappen la cabeza de la carrera antes de la primera curva. Para colmo, Ricciardo se le acabó llevando por delante y trompeó dejando el resto de la jornada a Hamilton a su suerte.
La situación con Bottas solo ha empeorado desde que se anunció que George Russell ocupará su asiento en 2022 y él correrá para Alfa Romeo. Las comparaciones son odiosas y en la suya con Pérez, el 'escudero' de Verstappen, no hay color. Mientras el mexicano suma tres podios seguidos (tres veces tercero), el finlandés solo se ha subido una en las últimas cuatro carreras (su victoria en Turquía).
Mercedes ha pasado de tener una ventaja de 36 puntos en el Mundial de constructores a solo uno y porque Bottas le robó a Verstappen la vuelta rápida en México. El enfado es mayúsculo en la escudería germana con un piloto con las horas contadas en su estructura: "Le hemos abierto la puerta para que nos adelantara por fuera. Tras el trompo hemos perdido muchos puntos. Podríamos haber sido terceros o cuartos con él, así que como mínimo es decepcionante", decía Wolff. Hamilton tampoco se mordió la lengua: "He visto a un Red Bull por los espejos y lo quería mantener detrás. Creí que Valtteri haría lo mismo, pero ha dejado a Max la puerta abierta".
Los motores volverán a rugir este fin de semana en Brasil. El Autódromo José Carlos Pace, el mismo que vio a un juvenil Hamilton conquistar su primer Mundial de Fórmula 1, podrá poner la cruz en la temporada del británico si se vuelve a dar una victoria de su gran rival. Entonces, el sueño del octavo campeonato quedaría más lejos y quedaría a expensas de lo que trajera consigo la revolución del Gran Circo de 2022. Sube la tensión.
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