La Fórmula 1 y el mundo del automovilismo están en constante evolución. En los próximos 10 años la transformación que se realizará en el 'Gran Circo' pasa por una competición más comprometida con el medio ambiente, el menor gasto por parte de las escuderías y que los coches tengan más componentes parejos entre sí para que los pilotos sean los que finalmente marquen la diferencia. Pero hay proyectos que llaman la atención porque pueden convertirse en competencia directa.

MotoGP y la competición de la FIA han convivido en un ambiente sano. El motociclismo no ha quitado protagonismo al automovilismo, como tampoco ha sucedido al contrario. El mundo de las dos ruedas y el de las cuatro comparten circuitos, incluso algunas estrellas han tratado de pasarse de una disciplina a otra, pero siempre se han movido en márgenes diferentes. Contra lo que sí han luchado conjuntamente es con el hecho de que la mortalidad en las competiciones se reduzca.

Desde Francia llega ahora una propuesta diferente, que mezcla de alguna manera unas y otras. Aprovechando el proyecto de Roborace, una empresa que, a través del mundo virtual de los videojuegos, impulsa coches que se conducen mediante la inteligencia artifical, un joven diseñador que trabaja para Dacia, Aurelien Blondel, ha diseñado una especie de bólido similar a los de la Fórmula 1 que se maneja mediante manetas como las de una motocicleta.

En un momento en el que las carreras virtuales han cogido una importancia atrayendo una gran cantidad de aficionados y, sobre todo, de patrocinadores e inversión, este tipo de tesis como la de Blondel son ideas que pueden cambiar el deporte del automovilismo, así como el del motociclismo. La intención del creador es que estas estructuras tengan una parte de Inteligencia Artificial, pero que también puedan ser manejados por personas.

Arsis

El proyecto Arsis es una colaboración entre Freeletic y Roborace y comenzó con la idea de crear una experiencia para volver a ponerse en forma. La tesis estaba planteada para discernirse entre un videojuego para el primer nivel y una carrera real para continuar el juego a los siguientes niveles. De esta manera, el jugador tendría que administrar la Inteligencia Artificial para una carrera de seguridad en la ciudad.

La idea se podría extrapolar tanto para llevarse a los circuitos con los controles a través de sus manetas o quedarse incluso en una tecnología para impulsar una competición online. El bólido llevaría motores en cada una de las ruedas para el movimiento de las mismas que el usuario gestionaría. No cabe duda de que es una idea muy novedosa para evolucionar tanto la conducción de calle como la de competición.

Las imágenes que el autor de esta tesis ha compartido en su cuenta de Instagram explican cuáles son las bases del proyecto. Se trata de una cuestión todavía por desarrollar en cuanto a su aplicación competitiva, pero es una base clara que podría tener implicación en el mundo del automovilismo, o del motociclismo. El hecho de que el bólido tenga cuatro ruedas lo sitúa más cerca de lo primero que lo segundo, a pesar de que el, a priori, piloto va desprotegido sin cúpula alguna.

No es más que otro de los muchos proyectos que se ven dentro del mundo de los coches. La progresión de las carreras virtuales invitan a pensar en que todas estas ideas que se ven desarrolladas por jóvenes diseñadores pueden llevarse a la realidad más pronto que tarde. De momento, la Fórmula 1 promete mucha emoción con los grandes cambios que se verán a partir de la temporada de 2022.

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