Fernando Alonso ha tenido que pasar por el quirófano de nuevo. El motivo no ha sido otro más que la retirada de las placas de titanio que llevaba alojadas en su mandíbula desde el pasado mes de febrero, cuando sufrió un atropello por parte de un coche mientras entrenaba en bicicleta en Suiza.
Una intervención que el asturiano tenía pactada para cuando finalizase la temporada y antes de comenzar su preparación para el nuevo curso en el que pretende consumar su asalto a los primeros puestos de la clasificación gracias al ya famoso 'Plan' de Alpine para regresar a los puestos de importancia de la parrilla.
Alonso tenía previsto someterse a este pequeño proceso quirúrgico para retomar su proceso de recuperación tras aquel incidente que sufrió el 21 de febrero de 2021 cuando circulaba en bicicleta por las calles de Lugano. A pesar de aquello, tuvo una recuperación récord y pudo estar desde el minuto uno para arrancar la nueva temporada, incluido los test de pretemporadas, en lo que era su regreso a la Fórmula 1.
Ya al final del curso, Alonso avisó de que dentro de su recorrido este invierno estaba hacer parada para visitar a los galenos y revisar esa fractura de mandíbula que sufrió fruto del accidente. El asturiano ha participado en las 24Horas de Le Mans, pero de manera virtual, y ahí confirmó que ya había pasado por este pequeño trance.
"Me han operado la semana pasada y estuve en el hospital por un tiempo. Ahora me estoy recuperando de este procedimiento. Pero, por supuesto, estoy siguiendo la carrera, especialmente el Team Alpine Sport con el coche número 36. Es un gran evento y quería participar en él, junto con mi compañero de equipo Esteban Ocon. Queríamos estar en el mismo coche, pero como no lo pudo ser por la operación, probablemente pospuso su participación para más tarde. Pero creo que lo compensaremos algún día".
Preparando el nuevo año
Así lo comunicaba el propio Fernando que ha ejercido de capitán del equipo de la escudería francesa con ese dorsal 36, abandonando por unas horas el habitual '14' que luce en su monoplaza. Ahora, después de esta pequeña intervención que era necesaria para volver a recuperar su mejor versión, Fernando ya encara el comienzo para su puesta a punto de cara al nuevo curso en el que promete dar todavía más espectáculo.
Alonso encara el año del cambio con mucha ambición y con mucha personalidad para seguir dando guerra a los 40 años, una edad que él no ve como un hándicap, sino como una demostración de que la experiencia puede ser un grado en un mundo que se juega al límite, en décimas de segundo y en el que todos quieren probar sus opciones de cara a un 2022 apasionante.
El asturiano ya tiene puesta la mirada en los nuevos test de pretemporada que comenzarán en unas semanas para probar lo que serán esos nuevos monoplazas con los que se espera que toda la parrilla pueda estar mucho más cerca de la cabeza que marcan Mercedes y Red Bull.
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