El tenista Novak Djokovic ha recibido una buena noticia en mitad del jaleo que se ha formado en torno a su figura en las últimas semanas. Después de recibir el duro revés de tener que ser deportado de Australia y, por ende, no poder disputar el Abierto de Melbourne, ahora ha visto algo de luz al final del túnel.
Lo que es seguro es que el serbio no disputará un torneo que ya ha arrancado este lunes 17 de enero. Además, 'Nole' ya ha salido de Australia rumbo a Dubái, donde hará escala antes de regresar a Serbia. En su casa, seguramente será recibido como un héroe. Sin embargo, no todo lo que se ha dicho en las últimas horas ha sido negativo para él.
La ministra del Interior de Australia, Karen Andrews, confirmó que, tras su deportación, tendría que hacer frente a una sanción de tres años sin poder regresar al país y, por lo tanto, sin disputar el primer grande de la temporada. Sin embargo, ahora parece que ese cumplimiento de su penalización no está totalmente cerrado ni siquiera para las máximas autoridades gubernamentales.
El primer ministro, Scott Morrison, que concedió una entrevista a la estación de radio 2GB de Sídney reiteró como positiva la decisión tomada con el tenista, pero le abrió una puerta para la esperanza de cara al futuro y al cumplimiento de esa sanción que le apartaría durante tres temporadas de su Grand Slam preferido.
"Hubo un mensaje muy claro, si quieres venir, tienes que estar vacunado o tener una exención médica válida... Él no cumplía con ninguna de los dos. La gente toma sus propias decisiones y esas elecciones significaban que no podía venir aquí y jugar al tenis". Morrison se mostraba inflexible en este aspecto, pero continuaba.
Así dejó una puerta abierta al regreso del número 1 del mundo de una manera temprana: "No obstante, no voy a precondicionar ni decir nada que no permita al ministro de Inmigración Alex Hawke tomar diversas decisiones. Es por un período de tres años, pero existe la oportunidad de que regrese en las circunstancias adecuadas y eso se consideraría en su momento".
La batalla contra Serbia
De esta forma, Novak Djokovic podría ver una puerta abierta a disputar el Abierto de Australia en el año 2023 y en las próximas temporadas, ediciones a las cuales de momento tampoco puede acudir por esa deportación.
Además, Morrison también valoró el conflicto internacional que se ha originado alrededor de la figura del campeón serbio entre los gobiernos de su país y el del tenista. El primer ministro ha tenido una dura batalla dialéctica contra su homóloga del estado balcánico. Ana Brnabic les llegó a acusar de acoso: "Hablé con ella al respecto, tuvimos una conversación muy profesional, muy respetuosa".
Por último, explicó así cómo se ha producido el devenir de los acontecimientos: "Ambos tenemos reglas en nuestros países, esperaría que los australianos respeten las de Serbia... igualmente cuando la gente viene a nuestro país tiene que respetarlas. Es importante que defendamos eso, y lo defendimos... mucha gente nos decía que debíamos retroceder y dije, 'de ninguna manera'".
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