El amor de Valentino Rossi por las cuatro ruedas es casi tan conocido como el que le profesaba a sus monturas del campeonato del mundo de motociclismo. La sombra de una posible llegada a una competición de automovilismo siempre estuvo ahí, pero resistió la tentación y culminó su carrera en MotoGP como uno de los más grandes de la historia.
Sin embargo, el de Tavullia nunca escondió que también le hubiera apasionado ser piloto de coches y que incluso tenía un gran talento para ello. De hecho, las personas que le conocen desde su infancia y que le vieron pilotar en karts cuando era niño podían atestiguar que una leyenda de la Fórmula 1 había nacido. Sin embargo, 'Vale' eligió el camino de las dos ruedas y levantó nueve títulos mundiales.
En el año 2006, cuando ya había ganado siete coronas, se le presentó la mayor oportunidad de dar el salto al 'Gran Circo': "Estuve muy cerca, pero mi corazón me dijo que me quedara en MotoGP". Así lo confiesa en una entrenvista con el periodista Graham Bensinger.
Fue una llamada de Ferrari, escudería a la que siempre ha estado ligado, la que le hizo dudar de si realmente debía dar el salto: "Stefano Domenicalli me llamó y me dijo: '¿Por qué no pruebas uno de nuestros coches? Tenemos una pista rápida en Fiorano, hagamos un test aquí'". La idea de hacer ese test sí le sedujo y por eso decidió probar suerte.
Valentino aceptó tener esa toma de contacto con el Ferrari, aunque no sería en Italia, sino que lo haría en un test en el trazado Ricardo Tormo de Cheste y las sensaciones fueron inmejorables. Todo salió a pedir de boca: "Acepté la oferta y organizamos la prueba". Lo que seguramente no imaginaba es que se bajaría del monoplaza con una oferta para correr en la Fórmula 1. Sin embargo, por aquel entonces era un campeón de motociclismo en proyección.
El rechazo a la F1
La primera toma de contacto no fue del todo positiva, pero solo necesitó volver a subirse al monoplaza para dejar su impronta. Se midió junto a otros 14 pilotos de la parrilla de Fórmula 1 y marcó el noveno mejor tiempo a pesar de que nunca había pilotado un coche de esas características. Pero lo que más asombró a los miembros de la escudería de Maranello es que redujo su diferencia con toda una leyenda como Michael Schumacher a solo siete décimas.
En ese momento, desde Ferrari le diseñaron una hoja de ruta que, eso sí, tenía una pequeña trampa: "Había un plan para pasar a la F1, pero no directamente con Ferrari. La intención era que comenzase con un equipo más pequeño, ganase experiencia y si iba lo suficientemente rápido, pasaría a Ferrari".
Valentino estaba acostumbrado a ser el rey de la parrilla en MotoGP y tener que pasar por un equipo pequeño no era una idea que le llamara la atención. Por eso, terminó de borrar las únicas dudas que le habían surgido: "Cuando llegué a casa decidí seguir en MotoGP. Me decían: 'Elige F1, ve a Ferrari', porque eso era algo importante". Pero Rossi se mantuvo sobre dos ruedas donde ganó dos títulos más y se convirtió en la mayor leyenda del campeonato.
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