Fernando Alonso afronta la tercera prueba de la temporada en un circuito que conoce muy bien. El asturiano debutó en Albert Park hace más de 20 años con el equipo Minardi y ahora está afrontando su segunda etapa en la Fórmula 1 después de ese parón que hizo de varias temporadas. El ovetense regresó el pasado curso, pero la pandemia evitó que se pudiera visitar Australia.
Ahora llega con un Alpine renovado tras el cambio de normativa con el que quiere pelear por el título mundial. Este año parece imposible, pero no cierra la puerta a que sea dentro de dos años, de tres o de cinco. Lógicamente, cuanto antes llegue esa posibilidad mejor, ya que no es eterno y se encuentra en la recta final de su carrera deportiva.
Alonso cree que de momento, el 2022 no ha sido justo ni con él ni con la escudería. Su rendimiento y el del monoplaza han estado por encima de los puntos que atesoran. En Arabia Saudí tenían un sexto puesto en la mano, pero un fallo en el motor le hizo abandonar cuando se estaba luciendo. La unidad de potencia, que parecía funcionar en pretemporada, está siendo lo que más problemas le da a la marca del rombo. Pero ya se sabe que hasta que no se pone el coche al máximo no aparecen los problemas.
"Merecemos estar mucho más arriba en la clasificación tras las dos primeras carreras. Nuestro coche ha sido bueno y el rendimiento también lo ha sido en los dos fines de semana. El último Gran Premio fue una decepción, ya que parecía que estábamos cómodos en la sexta posición hasta que tuvimos el abandono. Fue frustrante, pero podemos estar encantados con nuestro ritmo hasta ahora. Los domingos es cuando se reparten los puntos, así que sólo necesitamos asegurarnos de que puntuamos entonces".
A pesar de ese problema, en Alpine no tiran la toalla y ya preparan el primer gran paquete de mejoras que intentará impulsar a la formación gala en la primera parte del curso. Y a partir de ahí, la evolución marcará su posición final: "Todo el equipo trabaja duro para asegurarnos de que seguimos desarrollando y tenemos algunos elementos de desarrollo planeados para la primera parte de la temporada".
Batallas con Esteban Ocon
Una de las situaciones más comentadas de lo vivido en Jeddah fue la lucha que mantuvo con Ocon y que les hizo perder tiempo a ambos a cambio de dar espectáculo. Muchos creen que el galo se extralimitó en su defensa. De hecho, estuvo a punto de llevar a Fernando contra el muro. Por suerte no pasó nada, pero lo cierto es que el resultado para Alpine no fue bueno. Demostraron limpieza y dar lugar a sus pilotos, pero lo pagaron en carrera y además han recibido críticas. Aun así, Alonso apuesta por esas batallas.
"Tuvimos una competición justa y emocionante en Arabia Saudí y también en Bahréin. Tenemos mucho respeto entre nosotros y el equipo también reconoce esto. Competimos y nos acercamos en algún momento, pero todo estaba bajo control y al final somos pilotos".
Alonso bromea y explica que de momento no han perdido la cabeza. Saben que lo fundamental es el equipo y que debe posicionarse por delante el piloto que mayores éxitos puede dar. En Bahréin era Ocon y en Arabia era Alonso. Ellos ven bien esas batallas y por eso Fernando augura que habrá porque ahora él también quiere guerra.
"Nos damos cuenta de que el equipo es lo primero y ambos aceptamos eso cuando competimos rueda a rueda. Espero que hayáis disfrutado viéndolo desde casa, ya que fue divertido tener un coche para luchar así en las curvas y en las rectas. Estoy seguro de que habrá más batallas con Esteban y con el resto de la parrilla este año, ya que menos por los dos coches de delante, está muy apretado entre varios equipos".
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