Max Verstappen lleva el número uno sobre su monoplaza. Un derecho que solo tienen los campeones, pero que a la larga les recuerda la enorme responsabilidad que tienen. Están obligados siempre a rendir como tal y en este inicio de temporada, el piloto neerlandés no lo está consiguiendo. Por unos factores o por otros, está fuera de la que debería ser su situación real.
De hecho, en estos momentos se sitúa sexto en el campeonato de pilotos, una posición que es casi un sacrilegio para un piloto de su talento y de su proyección. Muchos le ven capaz de atacar los récords de Lewis Hamilton y de Michael Schumacher. De hecho, su victoria sobre el inglés en 2021 confirmaba las buenas sensaciones que siempre había transmitido. Tiene madera de gran campeón, pero hasta ahora no lo había demostrado.
Sin embargo, solo unos meses después de alzar el título en Abu Dhabi, se encuentra inmerso en una crisis existencial de la que no consigue salir. Ni le acompañan los resultados ni tampoco la relación con el equipo, donde han aparecido ya las primeras grietas. Una situación que empieza a ser preocupante.
Cierto es que solo se han disputado tres carreras este año, pero Charles Leclerc y Ferrari no parecen dispuestos a esperarles para que presenten batalla. Próximamente llega Imola, otro circuito en el que Ferrari pretende ser el coche más rápido y completo, por lo que la ventaja de puntos podría seguir creciendo.
Un inicio muy complicado
Red Bull fue uno de los equipos que apostaron por un diseño revolucionario de su monoplaza este curso. No era el extremo de Mercedes, pero su línea era diferente a la de Ferrari. Sin embargo, el equipo de Christian Horner consiguió situarse en el frente de batalla con armas suficientes como para luchar. Habían cambiado de rivales, pero estaban en disposición de atacar su objetivo, algo que no podían decir los alemanes.
Así llegaron a la primera prueba del campeonato y se llevaron el primer fiasco. A pesar de tener opciones de conseguir dos podios, terminaron con sus dos coches fuera de carrera. Una sangría de puntos terrible y que afectaba principalmente a Max Verstappen. El neerlandés sufrió otro abandono en la tercera carrera, el segundo en solo tres pruebas, lo que volvía a hacerle perder puestos en la clasificación. A ese ritmo no es posible pelear por el título.
De hecho, en la única carrera que ha terminado, se ha llevado la victoria. Fue en Arabia Saudí con un dominio incontestable. Sin embargo, también es cierto que en las dos pruebas que abandonó, Ferrari había sido más fuerte durante todo el fin de semana y eso implicaba que difícilmente podría haber sumado alguna victoria más, aunque sí muchos puntos.
Si Verstappen no ha brillado especialmente en carrera, menos lo ha hecho en clasificación, algo que ahora le achaca Red Bull. El neerlandés, seguramente el más brillante de toda la parrilla a la hora de sacar tiempos a una vuelta, todavía no ha sumado su primera pole position. Sí lo ha conseguido en cambio su compañero de equipo 'Checo' Pérez, que dio la sorpresa en Jeddah.
Es por ello que en Red Bull también tienen cosas que reprocharle a Max Verstappen, ya que consideran que no está dando su máximo y que se está viendo superado por Charles Leclerc por la excesiva presión que se mete. No obstante, en lugar de intentar ayudarle, le echan en cara que esté demasiado crispado como para rendir entre tanta tensión.
Ataques en Milton Keynes
La situación ahora mismo empieza a ser preocupante en el equipo austriaco ya que se han producido las primeras tiranteces entre la escudería y su estrella. Mientras Pérez se muestra como el lado sólido de la pareja, el más regular, 'Mad Max' se está dejando llevar en parte por su carácter irascible, temperamental y pasional.
Las aguas están muy calientes ahora mismo en ese garaje y ya se han producido los primeros ataques cruzados. El desastre vivido en Albert Park ha sacado a la luz todas las fricciones. Mientras Max se quejaba públicamente del nivel del monoplaza y, sobre todo, de su fiabilidad, desde su box le dicen que tiene que enfriar más su mente para dar el máximo en clasificación y así estar más cerca de pelear por las victorias.
Parece mentira que el equipo que consiguió derrotar a Mercedes hace unos meses ahora se haya convertido en un polvorín: "Decepcionado. Es muy frustrante terminar otra carrera así, ya que teníamos una segunda posición fácil. Tenemos que trabajar duro para ponernos al día y mejorar para Imola. Si quieres luchar por el título, este tipo de cosas no pueden pasar".
"En general, no parece que haya una solución fácil, así que tenemos que trabajar duro como equipo. Hay muchas cosas en las que trabajar. Ya estamos muy atrás, así que no quiero ni pensar en la lucha por el campeonato en este momento. Creo que es más importante terminar las carreras".
Unas palabras muy duras de un Verstappen que está harto de terminar casi todas las carreras en la escapatoria por falta de fiabilidad. No obstante, sus palabras no han pasado desapercibidas en Red Bull desde donde le han pedido que se relaje y que deje de mostrar en público que no está cómodo con el coche. Aun así, el hecho de que Pérez también haya mostrado su preocupación por la superioridad de Ferrari y que el asesor Helmut Marko advierta que la fiabilidad no es su único problema, dan en buena medida la razón a Verstappen.
¿Un Mundial imposible?
El debate ahora es saber si Max Verstappen tiene imposible ganar el título mundial de Fórmula 1 tras el ya logrado el curso pasado. Matemáticamente es lógico que no, pero lo cierto es que está más complicado de lo que muchos podían esperar después de tan solo tres carreras.
Además de la fiabilidad, Red Bull ha reconocido tener problemas también con la degradación de sus neumáticos, sobre todo en comparación con Ferrari, y con el peso de su monoplaza. Reducir su exceso de kilos es ahora mismo algo que supone un coste económico muy alto y que podría comerse todo su presupuesto después de la reducción que ha entrado en vigor en el año 2022.
Por todo ello, Verstappen ve casi imposible ahora mismo pensar en el título. El neerlandés tiene solo 25 puntos en su casillero por los 71 de Leclerc. Russell, Carlos Sainz, Pérez y Hamilton también están por delante. Y al ritmo que van el monegasco y el F1-75, parece muy complicado restarles el terreno perdido.
"No tengo razones para creer en el campeonato ahora mismo. Obviamente la temporada es larga, faltan 20 carreras, pero ahora mismo creo que necesitaría 45 para tener otra oportunidad, estoy demasiado atrás en el campeonato. 46 puntos... necesitamos ser más rápidos y más fiables. No pienso en el campeonato".
Así se mostraba recientemente un pesimista Verstappen que empieza a echar piedras contra su propio tejado de manera recurrente: "Estoy frustrado, pero yo no puedo hacer nada. Simplemente el coche no es lo suficientemente bueno. Ni si miras la fiabilidad o el equilibrio. Me sorprende que no estamos en el camino adecuado. No parece que haya una solución clara tampoco, así que tenemos mucho trabajo que hacer. Ferrari es mucho mejor que nosotros en muchas áreas".
La temporada pasada solo sumó un abandono, el que tuvo en Azerbaiyán en la sexta carrera del año. Este curso ya duplica esa cifra. Además, a estas alturas en 2021 había conseguido las mismas victorias, una, pero tenía tres podios y un total de 61 puntos, a solo ocho de Hamilton. De hecho, este inicio de 2022 que le hace ser tan pesimista es su peor arranque en el campeonato desde el año 2018. Aunque queda mucho, Max tiene motivos de sobra para dudar.
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