Lorenzo Santolino (Salamanca, 1987) es una absoluta referencia en la categoría de motos del Dakar. En 2024 afrontará su sexta participación en el rally más duro y exigente del planeta buscando su mejor resultado. El sexto puesto conseguido en el año 2021 sabe a poco después de haberse consolidado como una de las mayores estrellas de las dos ruedas.
El Rally Dakar de Arabia Saudí se ajusta como anillo al dedo al piloto de Sherco por las dificultades de navegación que plantea a los corredores, terreno donde el español se mueve como pez en el agua. Por ello, ante la edición más compleja desde que la carrera se mudó al Golfo Pérsico, 'Loren' confía en sacar toda su fortaleza mental para batir a sus rivales gracias a su brillante regularidad.
Sus últimas dos participaciones, siempre merodeando el Top10, así lo avalan. En la pasada edición terminó noveno Sin embargo, este año, el de Guijuelo llega más preparado que nunca y con la ambición de arriesgar más de lo mostrado en años anteriores para soñar, si es posible, con el podio.
Tras haber sido dos veces campeón de España de Cross Country, 5 veces campeón de España de Enduro y campeón del Mundo junior de Enduro a lo largo de su dilatada carrera, Santolino se dedica ahora en cuerpo y alma al Rally Dakar, una carrera en la que consigue hacer frente a gigantes como Kevin Benavides, Toby Price, Skyler Howes o José Ignacio Cornejo a pesar de formar parte de un equipo mucho más pequeño.
Sin embargo, gracias al apoyo de la familia de Sherco y de sponsors como Pont Grup, que siempre le han acompañado y le han alentado en su camino, Santolino se ha convertido en una de las grandes estrellas del motociclismo español junto a Joan Barrera. Ahora, antes de afrontar esta nueva aventura, 'Loren' habla con EL ESPAÑOL de lo que será el Rally Dakar 2024 y de las aspiraciones más ambiciosas de su carrera.
¿Qué es para ti el Dakar?
El Dakar ahora es mi vida porque al final todo gira en torno a la carrera y a cómo llegar preparado a ella. Esto es un proceso que empieza cuando acabas en la edición anterior y durante todos esos meses, todo está prácticamente girando en torno a esta carrera.
El Dakar es una de las pruebas más peligrosas que existen. ¿Tú le temes a algo cuando estás en carrera? ¿Quizás a la velocidad cuando te ves a 150 kilómetros por hora o cuando toca salir más atrás y vas entre coches?
Miedo no, pero le tengo respeto. El respeto nunca hay que perdérselo. Sabemos a lo que estamos jugando. El Dakar es peligroso. Todos los años hay accidentes más o menos graves y es un riesgo que no es que lo tengas asumido, pero que sabes que en cualquier momento puedes tener una caída con lo que eso conlleva, desde que sea nada hasta casos que hemos visto de pilotos fallecidos, como todos sabemos. Entonces, la idea para evitarlo y reducir al máximo ese riesgo es llegar lo más preparado posible en todos los aspectos, ya sea de preparación física, a nivel mental o incluso de la moto. Cuanto más preparado estés, más puedes intentar minimizar esos riesgos.
Ya tienes una experiencia corriendo el Dakar y has vivido prácticamente de todo. ¿Cómo fueron los abandonos de los años 2019 y 2020? ¿Te planteaste en algún momento, después de dos golpes tan duros, que a lo mejor el Dakar no era para ti?
La verdad es que fueron experiencias muy duras. Pero gracias al apoyo del equipo y a todos los patrocinadores como Pont Grup, que desde el principio de esta andadura en el Dakar han estado presentes, consigues salir adelante. Obviamente, cuando estás mal, te preguntas si merece la pena, pero sí, claro que merece la pena. En mi caso, me planteé cuando tuve la primera caída tan fuerte en el año 2019 que intentaría seguir rindiendo al máximo para poder seguir viviendo de manera profesional de esto. El día que no consiga el mínimo para poder hacerlo, pasaré página e intentaré correr como un aficionado más. Ahí, el nivel y el objetivo no serán los mismos.
En los años 2019 y 2020 tienes esos abandonos que comentábamos, pero llega el 2021, un año muy complicado para ti en lo personal y consigues un sexto puesto, tu mejor resultado en el Dakar. ¿Cómo explicas ese cambio?
La experiencia que vas acumulando todos esos años, también en otras carreras, pero sobre todo lo vivido en el Dakar, hace que te vayas preparando mejor, sobre todo a nivel mental y a nivel de gestión para poder llegar a dar lo mejor de ti cuando llegan esos momentos claves, sobre todo en cuanto al ritmo. Yo venía de unas especialidades que eran más explosivas. Empecé en el motocross y luego en el enduro y ahí el ritmo es muy alto, sobre todo en cabeza.
Cuando yo llegué, quería estar ahí e intentar estar con los mejores y quizá inconscientemente, aunque yo creyera que lo tenía todo controlado, tenía un exceso de confianza y apretaba demasiado e iba demasiado al límite. Esto me pasó factura el primer año. El segundo año iba al revés, con demasiada cautela, y donde menos me lo esperaba, sin ni siquiera caerme, me luxé del codo. Lo que vengo a decir es que en esta carrera prima mucho la experiencia y conocer la prueba bien para poderla gestionar.
Año tras año parece que tu mejor cualidad es la regularidad. ¿Tú crees que es así o crees que también se minusvaloran otras cualidades tuyas que están dentro de tu talento?
Creo que es el arma con el que podemos jugar. Tengo la suerte de tener un equipo de fábrica (Sherco TVS Rally Factory) con apoyos de muchos patrocinios personales como Pont Grup, pero no tenemos el presupuesto que tienen otros equipos más fuertes y más grandes. Entonces, si queremos ir a luchar por velocidad es complicado o muy arriesgado. Con lo que sí podemos luchar es con esa regularidad, estar lo mejor preparado física y mentalmente posible para estar cerca del grupo de cabeza, estar metidos en carrera e intentar aprovechar las oportunidades que se presentan. Lo que nos da el Dakar es que puede dar la vuelta a la clasificación de un día a otro por un problema de navegación o un fallo mecánico. Nuestra misión es estar bien posicionados y preparados para sacar partido de esos problemas que puedan tener los demás.
Joan Barreda es un súper talento y Tosha ha dado un gran salto esta temporada. En mi caso, creo que mi fuerte está en las zonas de piedras.
En los últimos años, España ha tenido varios pilotos en la categoría de motos que estáis arriba como Joan Barrera, Tosha Schareina o tú. ¿Qué características ves en ellos que te gustan y qué crees que tienes tú y que ellos no tienen?
Barreda es un piloto con el que he compartido muchos momentos desde la época del enduro e incluso en motocross y tiene un súper talento. Lo ha demostrado muchas veces. Ha ganado 29 etapas en Dakar, así que velocidad no le falta. Por unos motivos u otros no ha llegado a cuajar un Dakar, pero es un súper piloto y lo admiro mucho. Tosha también viene del enduro y ha hecho un gran cambio. Ha entrado en un equipo muy potente, con mucha experiencia y la verdad es que ha dado un gran salto de lo que venía haciendo hasta ahora a lo que ha demostrado durante esta temporada. Lo raro sería que no lo hiciera bien en el Dakar. Será uno de los pilotos que puede estar en los puestos de cabeza. Y en mi caso, quizá soy más fuerte en zonas más endureras, más técnicas, a poca velocidad. Quizá el combo del tipo de moto, que viene de una evolución de una moto más de enduro y mi trayectoria en el enduro nos hacen una combinación buena para zonas de más de piedras. En ese tipo de terrenos quizá me manejo mejor y soy más competitivo.
¿Qué tipo de etapas tendría el Dakar ideal de Lorenzo Santolino?
Para mí, cuanto más técnico sea a nivel de terreno, más pedregoso, más duro, con una navegación más difícil, mejor. Porque ahí el ritmo es más bajo, influye más la navegación y la gestión mental. Cuanto más se vaya hacia esa dirección, más partido puedo sacarle. Al final también es el porcentaje de tiempo que entrenas en un tipo de terreno. Yo en las dunas entreno muy poco porque no las tengo cerca. Es difícil que pueda luchar contra, por ejemplo, un Cornejo que se ven las dunas desde su casa y que lo primero que hace nada más salir para montar en moto es pasar dunas. Entonces yo creo que es un poco también ahí donde está la fortaleza de cada uno.
Ahora el Dakar está en Arabia Saudí y antes venía de América del Sur. ¿Qué diferencias notas de uno a otro? ¿Cuál te gusta más o cuál crees que es más espíritu dakariano?
No tuve la experiencia de vivir mucho el Dakar en Sudamérica, solo la participación en Perú. Sí que conozco un poco los otros países por algún otro rally como el Ruta 40 y por la época que corrí enduro allí y creo que allí sobre todo hay más pista, más zona de pista rápida. También se nota mucho la gente, que hay mucho público. Había una gran afición que no se ve en Arabia. Yo creo que esa es una de las diferencias principales.
Aquí es un terreno más abierto, más arenoso y con muy poca visibilidad. A veces en las pistas la navegación es más abierta. No sería capaz de valorar cuál es mejor. Yo creo que el terreno es brutal en Arabia para practicar el rally. Sí que es verdad que como Dakar me gustaría que saliera a otros países y creo que es algo en lo que están trabajando aunque todavía no se ha llegado a hacer. Al final, la filosofía del Dakar es ir atravesando países y ahora está sólo en Arabia. Pero bueno, la verdad es que el país tiene muchas posibilidades a nivel de terreno y de geolocalización y da para hacer un buen Dakar.
Entrando en materia de 2023, este curso te has centrado un poco más en la parte de los test y de aprovechar el presupuesto para mejorar la moto y no tanto en la competición. ¿Cómo ha sido para ti este año desde que terminaste el último Dakar?
Sí, así es. Somos un equipo pequeño, pero intentamos hablar mucho y estoy contento porque me escuchan lo que yo aporto y entre todos decidimos que este año lo mejor sería enfocar los esfuerzos en intentar evolucionar la moto. Sabíamos que había varias cosas técnicas en las que podíamos trabajar para evolucionar y entonces decidimos solo correr el Rally de Marruecos a nivel mundial y hacer otras carreras más pequeñas como preparación y para mantenerse en contacto con la competición.
La verdad es que estoy contento de cómo ha ido porque desde el principio hemos ido evolucionando y el Rally de Marruecos, que ha sido un poco el termómetro con los demás pilotos, nos ha servido para ver donde estábamos. Me he encontrado bien, he estado asiduamente en las primeras posiciones, a poca distancia, entonces por lo menos en ese tipo de terreno que nos hemos encontrado en Marruecos hemos sido más competitivos, así que a ver si lo podemos plasmar ahora también en el Dakar.
¿Cómo crees que llegas a nivel físico y a nivel mental a este Dakar?
Bien, me encuentro bien. Lo bueno de que este sea mi sexto Dakar es que vas conociendo más la carrera, te vas conociendo a ti mismo, sabes un poco en lo que has fallado otros años en cuanto a nivel de preparación y es lo que he intentado pulir con mi preparador físico, con el psicólogo deportivo y con la nutricionista para poder mejorar esos pequeños detalles. Me encuentro en un buen momento a nivel de lesiones también, no he tenido fuertes caídas este año y me siento en un buen punto.
Comentabas antes que te gustan los Dakar donde prime la navegación. ¿Cómo trabajas tú esa parte que tan difícil está siendo en Arabia y que tanta polémica ha generado estos años?
Lo primero es lo que puedo hacer en casa. La gestión de la situación y del momento, y haciendo trabajos de psicología y trabajos mentales para tener una buena lectura y una buena gestión del roadbook. Y luego ya el tema específico pues en Marruecos trabajando con roadbooks al estilo de lo que nos podríamos encontrar en una etapa para coger esa lectura encima de la moto y esa agilidad mental para poder interpretar lo que es la navegación in situ. Es un poco las dos maneras que trabajamos.
Se habla mucho de esa cronometrada de 48 horas en el Empty Quarter, pero ¿dónde crees que pueden estar las claves de este nuevo Dakar y qué crees que puede marcar la diferencia?
Yo creo que va a haber muchas etapas de mucha dureza. Esa seguro que es una de ellas. Yo creo que esa consistencia a lo largo de todo el Dakar, porque creo que va a ser más exigente que otros, puede marcar el futuro de la carrera. Hay más kilómetros cada día de etapa, la media está siempre por encima de 400 de especial, otros años estamos en torno a 350, así que serán unos 50 o 100 kilómetros más diarios. Entonces, yo creo que esto va a marcar mucho el estado físico de cada uno. Llegar en un buen momento físico y con una buena capacidad para gestionar la carrera van a ser clave.
¿Crees que a nivel de la organización de carrera ha pesado que el Empty Quarter el año pasado fuera un poco descafeinado para todo lo que se esperaba y lo que se había hablado previamente?
La verdad es que sí. A todos nos habían metido mucho miedo con el Empty Quarter. Además, viendo los kilometrajes que había, con etapas que no llegaban a 200 kilómetros, nos esperábamos que iba a ser muy duro y en realidad fue bastante rodado, por lo menos en la categoría de motos. Es verdad que hay muchas diferencias de nivel, no solo en motos, sino en general. La velocidad y el paso por las dunas de un coche puntero a un coche más de aficionado o a un camión son muy grandes. Yo creo que tenían un poco de miedo a que se les colapsara la carrera. Entonces, este primer año intentaron pasar y ver cómo fluía todo, y ahora con la experiencia que tienen del año pasado ya han hecho un trazado más exigente y más adaptado al nivel y al pilotaje que vieron que se podía hacer ahí en 2023.
¿Cómo valoras el apoyo de una marca como Sherco y de un patrocinador como Pont Grup cuando tienes que luchar contra todos estos gigantes que tienes enfrente?
Es fundamental. La verdad es que si no fuera por ellos no podríamos estar hoy aquí. Al final los costes son importantes ya solo para tomar la salida. Y para mí, que es mi trabajo y mi método de vida, es también fundamental poder tener estos ingresos y todo este apoyo. Por un lado, el técnico de Sherco, y por otro lado, de Pont Grup, que me apoyan desde su parcela en todo lo que pueden. Por supuesto, todos los seguros de las motos están en un Pont Grup porque tenemos confianza desde hace muchos años en ellos y la verdad que es fundamental.
¿Has llegado a hablar con otros equipos y has salido al mercado después de haberte consolidado como uno de los mejores pilotos del Dakar?
Sí, ha habido contactos. El último contrato que firmé con Sherco fue para cuatro años. Teníamos claro que queríamos seguir juntos. Pactamos unas condiciones que eran buenas para ambos. Es verdad que hay cosas en las que sé que nunca vamos a poder estar al nivel de otros equipos, no por el equipo humano, sino por limitaciones de presupuesto.
Trabajamos para intentar estar en el Top5 de la general y en el Top3 de algunas etapas.
Pero por otro lado, también me hace mucha ilusión intentar ayudar a subir a una marca y evolucionar una moto e intentar luchar contra los demás con los medios que tenemos. Es una parte muy motivante también para mí. Venimos con una trayectoria desde el mundo del enduro, desde el año 2014, y ya es como una familia para mí. Al ser una marca pequeña nos conocemos todos y el equipo ha ido creciendo mucho desde que yo entré y yo también he crecido como piloto. Esa es también la parte bonita de esta historia.
¿El objetivo es el Top5?
Sí, sería muy bonito. Es para lo que trabajamos, intentar estar en el Top5 y en el Top3 de algunas etapas, pero sobre todo sin descuidar que lo importante es el resultado final para nosotros.
Pero si llegas en el Top5 a la última etapa y tienes el podio a tiro, ¿te la jugarías o dónde pones el freno?
A ver, al final hay que valorar muchos panoramas que se pueden dar en la última etapa. El año pasado ya vimos que acabó todo muy justo. Sinceramente, el año que iba a sexto tenía a dos minutos y medio a Skyler Howes y decidí que no iba a arriesgar. Que yo iba a hacer mi etapa y si él fallaba y hacía quinto genial, pero que yo quería hacer mi etapa tranquilo. Era mi primera vez y nunca había acabado el Dakar. Ahora sí que intentaría, si tengo la oportunidad de subir una posición, ir a por ella.
Entonces, ¿podemos subir el objetivo al podio?
Al final, el objetivo es hacerlo lo mejor posible. Me hace mucha ilusión el Top5 y creo que es viable. ¿Un podio es viable? Si las condiciones se reúnen puede pasar. Es menos probable, pero obviamente, si tengo la oportunidad voy a luchar al máximo.
Y la última ya para terminar. Tienes 36 años, ¿hay Lorenzo Santolino para rato o empieza a aparecer en el horizonte un posible cambio de categoría?
De momento no, de momento estoy a gusto. Seguro que este año y el que viene seguiré haciendo el Dakar en motos y con Sherco. Y a partir de ahí creo que será, sobre todo, según como vaya el próximo Dakar y en el momento en el que esté. Ahí valoraré un poco si continúo. Ahora mismo te diría que sí, pero bueno, veremos al año que viene en qué momento llego y cuáles son las opciones también y los proyectos de futuro.
En caso de que te plantearas un salto a los coches, ¿te gustaría más pilotar o ser copiloto como ya ha pasado con otros grandes pilotos de motos?
Me gustaría mucho pilotar, pero sé que es mucho más difícil que copilotar. Creo que dar el salto a coches copilotando para mí sería, no te voy a decir que fácil, pero que tendría opciones de hacerlo bien. Depende de las condiciones que quieras tener, pero creo que habría opciones de encontrar una opción para ir de copiloto.
¿Ir de piloto? Realmente lo veo difícil que haya una oportunidad en el futuro. Tampoco lo he trabajado ni lo he estudiado porque ahora estoy centrado en las motos y es lo que me toca ahora, pero sí que me haría ilusión obviamente ser piloto de coches también en un futuro.