Así es una etapa maratón del Dakar: "He tenido que parar y me ha dado aceite un helicóptero militar"

David Castera lo ha conseguido por fin. El director de carrera del Rally Dakar, en colaboración directa con ASO, empresa promotora de la prueba, han dado con la tecla perfecta para sacarle todo el partido posible al temido Empty Quarter. El desierto más inmeso del mundo ha hecho acto de presencia con un mar de dunas de 700 kilómetros que ha engullido a más de un piloto. 

Uno de ellos ha sido Javi Vega, quien está viviendo su particular viacrucis en este tortuoso Rally Dakar. El antiguo esquiador del equipo nacional se propuso afrontar la presente edición como una aventura tras haber sido excluido de la clasificación de la categoría Original by Motul tras su brillante resultado del 2023. Y si algo no le están faltando son aventuras, pero tampoco desgracias. 

En el inicio de la temida etapa maratón, Javi Vega ha vuelto a vivir otro calvario. Sin embargo, el español no pierde la sonrisa e intenta encajar con filosofía los golpes recibidos. En esta sexta jornada de la carrera, una nueva avería mecánica le ha obligado a perder dos horas e incluso a acudir a un helicóptero militar que se ha encontrado en mitad del desierto para no decir adiós al Dakar. 

Las aventuras de Javi Vega en mitad de la etapa maratón

Llegó la temida etapa maratón al Rally Dakar. La innovación de David Castera para este 2024, de momento, está dando un resultado incluso por encima de lo esperado. Dos jornadas enlazadas y 48 horas de tensión con más de 700 kilómetros de dunas por el desierto más inhóspito del planeta. 

Ese es el menú para este jueves y viernes en el Rally Dakar. Los pilotos partieron en la mañana del jueves y tenían de margen hasta las 16:00 horas locales para poder avanzar todo lo que quisieran y pudieran. Llegada esta hora, debían buscar el campamento más cercano para hacer noche y poder salir al día siguiente en busca del final de la etapa. Y todo, cuidando la mecánica al máximo, ya que no hay posibilidad de asistencia como en días anteriores. 

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Quien sabe lo que es hacer el Rally Dakar sin asistencia alguna es Javi Vega. El piloto de motos del Pont Grup - Yamaha sigue avanzando en la prueba mientras pelea contra todos los elementos. Este jueves, en el sector 6A de esa etapa maratón, ha vivido una auténtica pesadilla. Tanto es así que como contaba el propio Javi, no le ha quedado otra que agarrarse a una palabra: "Resilencia, a partir de ahora será mi palabra favorita".

Y es que un día más, al madrileño no le ha faltado su drama habitual. En las dos primeras etapas tuvo sendas caídas que, además de una gran herida en su pierna, le provocaron muchos desperfectos en su moto. Uno de ellos fue romper la torre de navegación, donde se sitúa el roadbook que le va marcando la ruta que tiene que seguir de waypoint en waypoint. 

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Tras intentar hacer un apaño para poder seguir, incluso sujetando el sistema con cintas, hoy ha descubierto que la mala suerte en el Dakar puede no tener fin: "Cuando no podían ir peor las cosas empiezo a notar que perdía un poco de aceite. Después he notado un chorro que me ha dado en el tobillo y que me ha dejado la bota empapada".

El problema había sido que una pieza de esa torre de navegación se había quedado en su moto sin que él se diera cuenta originando el desastre: "Mi mala suerte está siendo increíble. Algún tornillo de la torre que rompí el segundo día se encajó entre la cadena y el cárter haciéndome un agujero en el motor".

Un tornillo alojado en la zona del motor de la moto de Javi Vega en el Rally Dakar 2024 Imagen cedida

Ante una avería de este calibre, y en la soledad del desierto, no le ha quedado otra que disfrazarse del mismísimo MacGyver para intentar no decir adiós al Dakar:"He podido repararlo con masilla y suerte que llevaba algo de aceite para ir tirando". Sin embargo, la aventura no paraba ahí. Cuando te quedas sin aceite, incluso en la inmensidad del desierto saudí, pueden pasar cosas maravillosas: "Después he seguido un poco y he encontrado un helicóptero militar y le han sacado un poco de aceite para dármelo. Increíble lo que me ha sucedido".

La parte negativa de todas estas aventuras ha sido la increíble pérdida de tiempo que ha acumulado y que le obligará a tener que cubrir este viernes los más de 400 kilómetros de dunas que todavía le restan para finalizar esta temida jornada maratón de 48 horas cronometradas.

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"Estoy en el vivac 1 después de 200 kilómetros rodeado de camiones porque mis compañeros están ya en el kilómetro 400. He perdido dos horas o más, pero ha sido una experiencia increíble". Como siempre, Javi Vega se lo toma con cierto humor y con la esperanza de que vendrán días mejores. El Dakar, si consigue llegar hasta el final, no acaba hasta cruzar la meta de Yanbu el próximo 19 de enero. Ese es su objetivo. 

La parte positiva de la jornada, como el propio piloto narra desde su tienda de campaña en mitad del Empty Quarter, es que su herida le ha dado tregua: "La pierna sangra menos. Los puntos nuevos que me han puesto están bien. El ibuprofeno me está ayudando". Javi tacha otro día más en este Dakar repleto de aventuras y aprendizajes. Seguramente, alguna vez se había imaginado subiendo al podio del Dakar, como ya ha hecho, pero nunca parando un helicóptero militar en mitad del desierto para poder pedirle aceite y seguir su marcha. Pero esto es el Dakar.