Carlos Sainz continúa dominando con puño de hierro este Dakar. El piloto español resistió una jornada que podía convertirse en una trampa para él y no sucumbió ante la presión que recibió de Sébastien Loeb. Su máximo rival le apretó hasta el final, pero el de Audi minimizó las pérdidas en esta novena etapa.
Sébastien Loeb se llevó la victoria de etapa en una jornada donde volvió a demostrar que es uno de los pilotos más en forma de este rally. Al igual que el año pasado, el francés está terminando lanzado, pero la distancia con Carlos Sainz parece insalvable a pesar de sus continuos esfuerzos por reducirla.
El de Prodrive recortó algo más de cuatro minutos sobre el madrileño, que sigue líder de la general con 20 minutos y 33 segundos sobre el galo. Sainz optó por ser mucho más precavido y trató de esquivar cualquier daño en esta novena etapa para evitar un descalabro mucho mayor.
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El madrileño contó con el apoyo de sus compañeros de equipo, el sueco Mattias Ekström (Audi) y el francés Stéphane Peterhansel (Audi), para que le pudieran ayudar en caso de que hubiera algún fallo mecánico. A pesar de empezar ambos por delante, los dos pilotos se esperaron a que pasara el madrileño para 'escoltarle' y que no tuviera ningún problema.
No pudo hacer lo mismo Loeb, que perdió la ayuda del catarí Nasser Al-Attiyah (Prodrive) en el primer kilómetro de tramo cronometrado, después de que el cinco veces ganador del Dakar volviera a tener problemas mecánicos y se retirase de la carrera por segundo día consecutivo.
Esta novena etapa recorrió un total de 639 kilómetros, 417 kilómetros de ellos cronometrados, entre las ciudades de Ha'il y Al Ula, desde donde los pilotos tomarán la salida de la próxima etapa, de 612 km, este próximo miércoles en la antepenúltima jornada del Dakar 2024.
La resistencia de Sainz
Carlos Sainz continúa dominando con puño de hierro este Dakar. El piloto español resistió una jornada que podía Fue una etapa "estresante", como Sainz comentó al finalizar la etapa a medios oficiales, puesto que la navegación era complicada, pero "era bueno saber que tenía a los coches por detrás", subrayó el madrileño, al que le quedan tres días para conocer si podrá alzar su cuarto Touareg, que aún queda lejos.
En gran medida, queda lejos por la insistencia de Loeb, que no cesó este martes en su intento por seguir acechando a Sainz y que se volvió a llevar la etapa, la cuarta del nueve veces campeón del mundo de rallies esta edición, pese a tener dos pinchazos en la primera mitad de la jornada.
Un final de carrera que antoja decantado para Carlos Sainz, pero que ante la presión de Loeb no puede despistarse. El español, con más de veinte minutos de renta, tiene la situación bajo control a falta de tres etapas para el final.