Salvo una debacle inesperada, Carlos Sainz se proclamará este próximo viernes en la última etapa campeón del Rally Dakar 2024. La undécima etapa, que fue a parar a manos del galo Guerlain Chicherit, ya advertía con ser definitiva para el devenir de la carrera y los pronósticos no fallaron porque el madrileño dejó encarrilada la clasificación general a falta de lo que suceda en el parcial final.
Sébastien Loeb, el principal rival del madrileño que comenzó la jornada a tan sólo 13 minutos de diferencia, se topó con la mala suerte y una grave avería mecánica dio con sus opciones al traste. El piloto francés rompió una buena parte de la suspensión delantera de su coche y se quedó tirado durante mucho tiempo sin poder recibir asistencia, así que terminó perdiendo la carrera.
Fue el chino YunXiang quien pudo detenerse para ayudar a Loeb a arreglar su automóvil, pero para entonces ya era demasiado tarde y había perdido una cantidad insalvable de tiempo con un Carlos Sainz que pudo disputar la jornada con normalidad. Más de una hora se dejó en este percance.
De hecho, tal y como informó la propia organización de la prueba, Loeb y su copiloto estuvieron a punto de abandonar ante una situación desesperada que parecía no tener arreglo. Todo sucedió en el kilómetro 132 de esta undécima etapa.
Tal fue la debacle de Loeb, que pasó de pelear por ganar la carrera con Carlos Sainz, a tener que conformarse con apurar hasta el último momento para entrar en el podio de este Dakar 2024. El galo tiró de orgullo en el tramo final de la jornada porque remontó muchas posiciones y recuperó tiempo, una actitud que habla de su competitividad y respeto por la carrera.
Pese a mantener una dura pugna durante todos estos últimos días, Sainz y Loeb demostraron la deportividad que hay en este rally. El español se paró durante unos instantes a ver cómo se encontraba el francés y le preguntó cómo estaba su avería. El francés le devolvió el gesto antes de que el madrileño continuase la etapa, dando ejemplo del respeto que hay entre los dos.
Sainz, tranquilo en un día clave
Carlos Sainz salió con la mente puesta en asegurar su triunfo final. Tras la tensión vivida en la décima etapa, el español, fielmente escudado por Peterhansel y Ekström, rodó con la intención de asegurarse su cuarto Dakar y no sufrió ningún percance que le hiciese perder el control.
Más allá de los problemas de Loeb, hubo otro gran damnificado en esta penúltima etapa del Dakar. Fue Lucas Moraes, segundo en la general tras el tiempo perdido por el galo, el que se detuvo durante más de 40 minutos debido a una avería. Un contratiempo que le hará luchar con Loeb hasta el final por acabar por detrás de Carlos Sainz.
El triunfo de etapa fue a parar a manos de Guerlain Chicherit. El francés se mostró intratable y mantuvo una dura pugna con De Mevius durante toda la jornada por saber quién se proclamaba este penúltimo parcial. Finalmente, el belga cedió en el tramo final y no pudo mantener el altísimo ritmo impuesto por su rival.