Audi se ha despedido por todo lo alto del Rally Dakar. La marca alemana ha puesto punto y final a su presencia en la prueba más dura del mundo tras tres años en los que se han centrado en desarrollar un coche electrificado y donde con Carlos Sainz ha conseguido acabar en lo más alto.
La marca de los seis aros ya está pensando en nuevos horizontes y ni siquiera esa victoria final en la general de coches le has ha hecho replantearse el futuro. Tenían la decisión tomada antes de que comenzase el Rally Dakar y no se han molestado en cambiar de planes. Ahora mismo hay algo que les importa más.
Su próximo proyecto de peso es su desembarco en la Fórmula 1 y ya comienzan a asustar. Audi se ha caracterizado por ser siempre una marca ganadora y no parece que al Gran Circo vayan a ir a pasearse, es decir, van a ir a por todas. A pesar de la complejidad, los alemanes ya están trabajando a fondo para llegar con las máximas garantías.
[Audi roza la gloria en el Dakar con su coche eléctrico pero abandona el rally para ir a la F1 en 2026]
Han hecho historia en el Rally Dakar al convertirse en los primeros en ganar con un coche 'eléctrico' y han vuelto a demostrar que son capaces de todo. Llevan compitiendo durante años en distintas categorías y siempre se han caracterizado por lograr grandes éxitos, algo que aspiran a repetir en el futuro.
Apostaron por una fórmula diferente a la de sus rivales y han conseguido sacarle el máximo partido a su aventura por el desierto y las dunas. Ejecutaron a la perfección su proyecto con el Audi RS Q e-Tron y nadie ha sido capaz de hacerles frente en esta edición del Dakar.
Ahora, aspiran a repetir esa fórmula en el Gran Circo. Es complicado brillar en la parrilla y hay ejemplos como el de Honda, que invertió millones y millones sin lograr nada relevante, o como el de Toyota, que tampoco logró resultados destacables. La marca alemana no se caracteriza por no acertar.
El Dakar, el éxito del electrificado
Audi no solo ha tocado la gloria en el Rally Dakar. También lo ha hecho en numerosas pruebas relevantes dentro del automovilismo y se han caracterizado por ser una marca que apuesta por la vanguardia. No se conforman con poco y siempre tratan de dar su mejor versión, algo que han logrado la mayoría de veces que han puesto en marcha un proyecto.
La prestigiosa marca ha dejado de lado otros proyectos en los últimos años a pesar de tener equipos punteros. Un claro ejemplo de ello es el Dakar, pero hay otros. En la Fórmula E consiguieron proclamarse campeones en la temporada 2017/18 y tan solo tres años después abandonaron el campeonato eléctrico.
Subieron a lo más alto del podio en la Fórmula E y, una vez lograron vencer, apostaron por dar un cambio de aires a sus aspiraciones y probar suerte en el Dakar. Curiosamente, también han salido vencedores tras un corto periodo de tiempo, plasmando la efectividad que tienen.
Previamente, se habían convertido en el primer ganador del Mundial de Rallies en utilizar el combustible diésel. Años más tarde, dieron un golpe sobre la mesa en las 24 Horas de Le Mans al imponerse con un vehículo híbrido. En el Dakar volvieron a revolucionarlo todo.
Adaptar el Audi RS Q e-tron a las exigencias del desierto y los largos trayectos del Dakar ha sido un desafío mayúsculo para los alemanes. Los ingenieros de la automotriz tuvieron que desarrollar un sistema de gestión energética que fuera lo suficientemente equilibrado como para garantizar la duración de la carga, sin resignar la potencia cuando fuera necesaria.
Crearon una bestia con cerca de 680 caballos de potencia, con dos motores eléctricos, uno en cada eje. Además, contaba con una batería de alto voltaje y un convertidor de energía formado por un motor de combustión interna de gasolina de cuatro cilindros. Carlos Sainz tenía en sus manos un vehículo para ganar y no lo desaprovechó.
Se lanzaron con todo y salieron victoriosos en un proyecto completamente revolucionario. El apostar por la electrificación les ha valido para sumar un nuevo triunfo a su ya extenso palmarés. Allá por donde pasan no hay nadie que les pare, al menos, al volante.
F1, próximo objetivo
Audi llegará a la Fórmula 1 dentro de un par de años. En 2026 arrancará su nuevo proyecto y poco a poco van cimentándolo. Eso sí, no pinta a que van a ir de farol y justo han programado su llegada en un momento clave dentro del Gran Circo. Es más bien algo planeado a la perfección.
La marca alemana se ha convertido en una de las referentes en temas de electrificación, a tenor de lo visto en el Dakar y en otras pruebas. La entrada en vigor de una nueva reglamentación en la Fórmula 1 les abre las puertas a entrar en un momento clave en la parrilla.
Pese a que es complejo que brillen desde un primer momento, Audi está preparado para ello. En 2026 se exigirá en los monoplazas un despliegue de energía eléctrica del 50% y se utilizará un combustible sostenible 100%, es decir, cambiará sustancialmente lo visto hasta el momento. Y su
"No vamos a entrar en la Fórmula 1 por capricho, queremos demostrar lo que podemos hacer", afirmó, Markus Duesmann, CEO de la marca, añadiendo también que "hemos hecho todo lo posible para ganar en todos los campeonatos en los que hemos participado. Hasta ahora siempre lo hemos conseguido". Unas palabras que dejan claro que van a ir a por todas.
Audi ya ha triunfado en temas de coches híbridos o electrificados en otras pruebas. De hecho, fue el primer ganador con un monoplaza híbrido en Le Mans o ha vencido en el Dakar con un vehículo electrificado. Llevan trabajando muchos años en ello y la nueva normativa les ha dado la excusa perfecta para dar el salto a la F1.
Ha habido previamente proyectos ambiciosos de marcas relevantes que llegaron a la Fórmula 1 con la intención de comerse el mundo, pero que acabaron en fracaso. Entre ellos se encuentran los de Honda o Toyota, dos firmas con gran respaldo y con numerosos éxitos en el mundo del motor. Sin embargo, la lluvia de millones no les bastó para conseguir cotas mayores.
Audi, por su parte, llegará a la Fórmula 1 con la lección aprendida tras haber probado fortuna, y haber triunfado, con las ideas que se prevén que entren en vigencia en el futuro. Tan solo falta ver si brillan como ha ocurrido en pruebas como el Dakar o Le Mans, pero ya han comenzado a instaurar el temor en sus próximos rivales.