Entre todas las carreras del mundial, el Gran Premio de Canadá es una de las citas más favoritas de pilotos, ingenieros, periodistas y todo el séquito de la Fórmula 1.
Si el ambiente y la fantástica pista situada en la isla de Notre-Dame es un distintivo de la cita canadiense, dos nombres ilustres de la historia del automovilismo han dejado una huella indeleble asociada inequívocamente al GP de Canada. El mítico Gilles Villeneuve, el piloto canadiense que da nombre al circuito donde Mercedes, Red Bull y Ferrari se juegan la imagen y el futuro de la temporada en un pulso que tras Mónaco ha disparado los nivele de ansiedad en los tres grandes del mundial, ganó su primer Gran Premio ante su público a bordo de su Ferrari 312T3 en 1978.
El otro nombre clave asociado a este Gran Premio es el del gran campeón de Ferrari que ostenta hoy en día el récord absolutos de victorias. Michael Schumacher ha monopolizando durante diez años el puesto más alto del podio gracias a sus siete triunfos.
Villeneuve y Schumacher son dos nombres que marcan la memoria y la historia más heroica por un lado y exitosa por otro del equipo del Cavallino Rampante que llega a Montreal cargado de novedades, dudas, esperanzas e interrogantes que buscan una respuesta definitiva sobre el espectacular trazado canadiense.
Ferrari un mar dudas sin resolver
En el circuito Gilles Villeneuve que se encuentra ubicado sobre una isla artificial construida sobre el río San Lorenzo, Ferrari tratará de apaciguar las revueltas aguas en las que se mueven desde que en la primera cita del mundial se les escapara una victoria que pensaban tener al alcance de la mano.
Durante un partido de fútbol, un penalti fallado puede cambiar definitivamente el curso de los acontecimientos como se pudo ver en la reciente final de la Champions League. Ferrari falló durante la carrera inaugural que hubiera cambiado el devenir del Mundial, como consecuencia del espectacular accidente sufrido por Fernando Alonso, y los acontecimientos se han precipitado desde entonces desvirtuando las ambiciones de quienes estaban llamados a ser la alternativa a los todopoderosos Mercedes.
Problemas con los complicados neumáticos que están siendo los protagonistas de temporada, junto con problemas mecánicos de una unidad de potencia estirada al máximo para igualar las prestaciones de los propulsores teutónicos, y pilotos poco inspirados en los momentos claros, han tergiversado una realidad llena de promesas realizadas desde el jefe absoluto, Sergio Marchionne, cada vez más implicado en la vida del día a día de Ferrari.
Desperdicia su competitividad el sábado
Ferrari posee un excelente ritmo de carrera que le permite luchar por la victoria sobre prácticamente cualquier trazado. Este periódico ha podido saber que tras el GP de Mónaco el contraste de los datos de la carrera con las simulaciones de los superordenadores del Cavallino confirmaban que la arriesgada estrategia empleada por Sebastian Vettel con su anticipado cambio de gomas le hubiera permitido luchar por la victoria final.
El problema en Ferrari reside en la pérdida del potencial que el SF16-H posee en carrera, que vienen desvirtuado por la presencia de un tercero incómodo que impide la progresión de los pilotos Ferrari.
Cuando desde el muro se llamó a Sebastian Vettel en Monte Carlo el equipo apostó en la ruleta del Principado por una rápida entrada del Williams de Felipe Massa a boxes, pero el piloto brasileño aguantó en pista y arruinó cualquier oportunidad por parte de Ferrari de dar la sorpresa. En España Vettel fue superado por Verstappen y Carlos Sainz. El madrileño se mantuvo por delante del ferrarista el tiempo suficiente como para que el ritmo de carrera del cuatro veces campeón del mundo se diluyera junto con cualquier oportunidad de lucha por la victoria final.
Ferrari es hoy un monoplaza en cuanto a ritmo de carrera más rápido en pista que todos los monoplazas salvo Mercedes, pero esta superioridad no ha sido aprovechada en ningún momento por parte de sus pilotos, puesto que ser una o dos décimas más veloz no es suficiente para superar a tus rivales como se comprobó en España y Mónaco.
Los problemas de gestión de neumáticos y la extremada sensibilidad a los cambios del Ferrari producen un desmoronamiento de las prestaciones en el momento clave del fin de semana de Gran Premio. Durante la Q3 el equipo italiano se derrite y deja pasar a rivales que cada día están más cerca y que en determinadas circunstancias son tan rápidos como ellos.
El resultado del sábado está acabando carrera tras carrera con las esperanzas de millones de seguidores del equipo con mayor palmarés del campeonato, que ven como los idolatrados monoplazas rojos se quedan atrapados detrás de un rival que unas veces se llaman Red Bull, otras Williams o incluso Force India, como sucedió hace apenas una semana, mientras los Mercedes se escapan inevitablemente en el horizonte.
EL ESPAÑOL ha podido confirmar que en Ferrari no logran explicar las caídas de rendimiento cronométrico que se han producido en las dos últimas citas entre los buenos tiempos obtenidos en Q1-Q2 y los desastrosos resultados del momento crítico, donde el chasis, los neumáticos y los pilotos deben dar el do de pecho para conseguir el mejor puesto durante la última vuelta de la decisiva Q3.
La gestión de los neumáticos está siendo determinante, especialmente con un monoplaza que no logra llevar a la temperatura óptima los compuestos de los neumáticos Pirelli en la vuelta que determina la posición de la parrilla de salida. Cada vez que un Ferrari no logra clasificar justo por detrás de los Mercedes, sus opciones desaparecen y el protagonismo se transfiere cada vez más hacia un viejo rival llamado Red Bull Racing que comienza a creérselo y a mostrar músculo.
La estrategia de Ferrari para el Gran Premio de Canadá
El Gran Premio de Canadá será emocionante no sólo por el espectáculo que siempre ofrece sino porque marcará de forma inequívoca si Red Bull y Ferrari podrán desafiar o no la hegemonía Mercedes en lo que queda de Mundial. En Ferrari están convencidos que su unidad de potencia está rozando las prestaciones de Mercedes con algunas diferencias a favor de los alemanes en términos de disponibilidad de prestaciones durante todo el arco de la carrera.
Pese a que muchos consideran aún las prestaciones en términos de caballos a disposición, la Fórmula 1 actual vienen determinada por potencia disponible en cada vuelta de carrera (y principalmente cómo vienen entregada la misma ante la demanda del piloto) mientras todo gira en torno al ahorro de carburante.
Ferrari sabe que casi ha alcanzado a Mercedes motorísticamente, pero que a una sola vuelta las balas de plata se escapan sin compasión. Por este motivo los italianos presentan una nueva evolución de motor junto con cambios en suspensiones y aerodinámicas orientadas a clasificar justo por detrás de Mercedes para disputar sin terceros incómodos una carrera donde, si parten por detrás de Hamilton y Rosberg, tendrán serias opciones de combatir por la victoria final sabiendo que entre los pilotos del equipo campeón del mundo la lucha entre ambos puede ser aprovechada por los pilotos del Cavallino Rampante.
Ferrari: “Tema pilotos no es una prioridad”
El pasado Gran Premio abrió oficialmente lo que los anglosajones llaman la “Silly Season”, disparando los rumores y especulaciones sobre los posibles cambios de asiento de pilotos de cara a la próxima temporada. Las voces del paddock han llegado a situar a Carlos Sainz en Ferrari en 2017 ante una eventual salida de Kimi Räikkönen, que el año próximo tendrá 37 años.
Ferrari mantiene su radar encendido en búsqueda de un posible reemplazo del finlandés pero el sustituto deseado ha quedado fuera del alcance de Maranello, toda vez que Helmut Marko ha ascendido al pretendido Max Verstappen al primer equipo blindando su ficha.
Carlos Sainz está protagonizando una gran temporada mientras su padre vende los óptimos resultados de su hijo a los grandes equipos, pero en Ferrari normalmente se fichan talentos consolidados que han pisado el podio y el actual mercado pilotos no ofrece a priori alternativas que sean atractivas tras la salida de Verstappen del mercado. Además, en Mónaco, Sainz dedicó mucho más tiempo a ‘charlar’ con Niki Lauda que con los italianos.
A día de hoy, la Scuderia está centrada en solucionar sus problemas técnicos y dar una explicación a sus problemas para ponerles solución. Los fichajes para 2017 se centran en la captación de nombres importantes dentro del sector técnico más que en el terreno de los pilotos. Este diario ha podido saber que el tema pilotos para Ferrari “no es una prioridad” porque ésta se centra en fortalecer las estructura técnica más que en buscar un nuevo piloto.
Mientras muchos medios hablan de revolución dentro del equipo técnico y directivo en Ferrari, EL ESPAÑOL ha podido averiguar que la estrategia puesta en marcha en Maranello pasa por reforzar y sumar al estilo Mercedes en lugar que la extendida por el paddock que hablaba de una nuevo cambio en el orgánico del equipo como el ocurrido tras la salida de Fernando Alonso.