Lewis Hamilton, durante la sesión de clasificación en Spa.

Lewis Hamilton, durante la sesión de clasificación en Spa. REUTERS

F1

Hamilton, a evitar los fantasmas de Alonso en 2012

El piloto inglés saldrá último en Spa, junto a Fernando, teniendo muy presente lo que le ocurrió al asturiano en el trazado belga.

28 agosto, 2016 00:40
Carlos Sainz y Fernando Alonso no pudieron disfrutar este sábado de uno de los circuitos más fascinantes y míticos del Mundial de Fórmula 1 como consecuencia de unos monoplazas y unidades de potencia que no están a la altura de las circunstancias. El momento no podía ser peor, puesto que la temporada encara su recta final hasta Abu Dhabi al tiempo que las miradas se centran en el nuevo reglamento del prometedor Mundial del año próximo.
Frustración y cierto desasosiego marcaron el mal sabor de boca que el primer fin de semana de la Fórmula 1 tras el parón veraniego dejó a los pilotos españoles. Las unidades de potencia defectuosas fueron el nexo en común que marcó el destino de la clasificación para la carrera tanto para Fernando Alonso como para Carlos Sainz.

Motor nuevo para Alonso

El piloto asturiano llegaba a Bélgica alabando en los días previos a su equipo a la espera de estrenar la nueva evolución desarrollada por Honda en su lucha por alcanzar las prestaciones de otros constructores. 
Mientras que la nueva unidad de potencia de Button le permitió entrar en Q3 y clasificarse en novena posición, el motor gemelo de Fernando Alonso se resistió a despertar del letargo veraniego y no ha permitido al bicampeón disfrutar de ni una sola vuelta en la Q1 en la mejor pista del Mundial en condiciones de clasificación, el único momento en que los pilotos pueden correr de verdad a bordo de un Fórmula 1 sin preocuparse del consumo de carburante o la degradación de los Pirelli.
El propulsor del McLaren-Honda dio el primer aviso durante los libres del sábado y al llegar la hora de la verdad dijo "basta". El propio Alonso reconocía la ignorancia del equipo ante el problema en su unidad de potencia apenas estrenada: "Salimos a la 'crono' a ver si podíamos entender un poco más la anomalía que habían visto en la telemetría y tras doscientos metros me dijeron 'Apaga, apaga'".
Fernando Alonso tomará este domingo la salida al lado de Lewis Hamilton, que también tuvo que estrenar unidad de potencia. Ambos volverán a estar juntos en los últimos puestos de la parrilla de salida tras las 35 plazas de penalización impuestas al español y nada menos que 55 al vigente campeón.
Hamilton, por cierto, tendrá muy en cuenta lo que le ocurriera precisamente a Alonso en Spa hace cuatro años, cuando en la salida de aquel Gran Premio el español, que partía sexto, fue arrollado por Grosjean y terminó abandonando su primera carrera en 23 Grandes Premios, en los que llevaba consecutivamente puntuando. Fu también en una situación muy similar, justo después del parón veraniego de un mes en la Fórmula 1. Por entonces, el asturiano lideraba de forma contundente un Mundial que terminaría perdiendo, teniendo este GP de Bélgica como punto de inflexión.
A partir de aquella carrera, Alonso no volvió a ganar ninguna prueba, por las cuatro que logró Vettel. El alemán, a raíz del accidente de Alonso en Spa, le fue recortando puntos en el Mundial, hasta arrebatárselo en la última carrera. Y eso es precisamente lo que quiere evitar Hamilton con Rosberg, al que ahora mismo le saca 19 puntos.

Carlos Sainz lo da todo pero su coche no

Los problemas de Carlos Sainz en la clasificación minaron su confianza, como el propio piloto reconoció tras la sesión: "Obviamente, no estoy nada contento con el fin de semana, que ha sido hasta ahora negativo para todos". El uso de la unidad de potencia del año pasado de Ferrari, que sigue sin recibir evolución alguna, está pasando una dura factura a un equipo en el que las actualizaciones de chasis tampoco funcionan.
Los rivales de Toro Rosso han crecido desde el inicio de temporada a ritmo de mejoras de propulsor y aerodinámica, mientras que el equipo de Faenza ha perdido su ventaja inicial de campeonato viéndose superado por sus competidores a la vez que la amenaza de McLaren se hace presente, cuando la fiabilidad lo permite, volviendo la lucha en la parte media de la tabla más dura que nunca.
El lenguaje corporal del piloto madrileño y sus palabras lo decían todo tras dos días de duro trabajo: "Probamos de todo durante los entrenamientos libres de viernes y sábado, direcciones correctas, otras incorrectas…". El equipo al final siguió las indicaciones del piloto ,que pese a todos los problemas, logró la posición 15 en la Q2, mientras su compañero de equipo se estancaba en la Q1 en decimonovena posición.
Carlos Sainz reconocía antes de la clasificación que estar por detrás de la duodécima posición complicaría muchísimo conquistar puntos en carrera. Desgraciadamente las soluciones de James Key han fracasado y la falta de potencia de un motor antiguo no contribuyen sobre la pista de Spa, donde la potencia cuenta y mucho.