En la nueva y renovada McLaren apenas se reconocen los elementos de los monoplazas, las líneas de desarrollo, ni siquiera las caras del equipo técnico que pretende devolver a la escudería a la élite de la Fórmula 1. Un cambio radical que, incluso, ha provocado que se haya descartado la innovación para tratar de acercarse a los puestos de cabeza copiando las tendencias estrella de Mercedes, Red Bull o Ferrari en lo que a la unidad de potencia se refiere.
Con el apartado del motor cubierto, la mayor revolución que McLaren espera que se produzca será en el apartado de la aerodinámica. Para ello, en Woking trabajan a destajo en un chasis que roce la perfección para suplir las carencias de potencia. De hecho, aspiran a tener el mejor chasis de la parrilla, con un diseño revolucionario que podría llegar a incluir materiales inéditos hasta la fecha.
Quizás por ello, Eric Boullier, jefe del equipo, afirmaba en un diario italiano: "Podríamos ser el tapado, la sorpresa". Una declaración de intenciones que contrasta con los tibios mensajes que se han lanzado en este inicio de pretemporada, especialmente desde el seno de Honda, donde las tensiones en el seno del fabricante de motores con Mclaren han copado buena parte de los titulares en los medios.
Precisamente, cuando Boullier ha querido echar un capote a la marca nipona ha sido el momento en el que ha fijado unas expectativas que hasta ahora no se han escuchado en la escudería. "Honda está funcionando bien en los motores y creo que podríamos estar con los que compitan por el título, junto a Mercedes, Red Bull y Ferrari", señalaba el galo.