Mientras se solucionan los problemas de fiabilidad de los motores Honda, en McLaren apuestan por hacer experimentos en otras áreas menos comprometidas. Si el miércoles Alonso rodó a bajas revoluciones para que los ingenieros se centraran en la aerodinámica, este jueves la variable a seguir ha sido el rendimiento de los neumáticos.
Durante la sesión de la mañana, especialmente provechosa ha sido la lluvia que ha caído sobre el circuito de Montmeló. Unas condiciones meteorológicas inéditas durante esta pretemporada y que han permitido a las escuderías testar las gomas de lluvia e intermedias. Con una sorpresa agradable: el McLaren que conducía Vandoorne ha sido de los que más ha rodado sin aparentes problemas.
El piloto belga rodó más de treinta vueltas en las primeras dos horas de entrenamientos, aunque siempre muy lejos de los mejores tiempos de la sesión. Una oportunidad de oro para evaluar el desgaste de los neumáticos, algo difícil de prever en este año repleto de cambios en los compuestos.
El Red Bull de Verstappen mostró más cartas que los demás y llegó a rodar por debajo del minuto y medio con neumáticos intermedios. Diez segundos más rápido que Vandoorne. Por su parte, el Haas de Grosjean y el Ferrari de Raikkonen también se acercaron al 1:30, siendo de los más fuertes de la sesión.
Con neumáticos blandos, que pudieron utilizar los equipos durante la última hora de la sesión matinal, el finlandés mejoró aún más sus tiempos y se colocó en lo más alto de la tabla de clasificaciones, con registros más cercanos al 1:20. Vandoorne, por su parte, consiguió auparse al tercer puesto con gomas superblandas.