Hungría siempre estará en el corazón de Fernando Alonso. Allí ganó por primera vez, en 2003, y allí resistió en los últimos años, los más duros, con McLaren. Y ha sido también en Hungaroring donde se ha vuelto a lucir, donde ha dejado pinceladas de optimismo para el futuro. [Así te hemos contado el Gran Premio de Hungría de F1]
El asturiano acabó sexto en el Gran Premio de Hungría, su mejor posición del año. Hasta ahora lo más alto a lo que había llegado era un noveno puesto en Azerbaiyán. Además, ya en el último tramo de la prueba, marcó la vuelta rápida de carrera, dejando también ese sello en un trazado que quedará siempre en la historia del piloto español.
"Son unos buenos puntos en la carrera y hasta la sorprendente vuelta rápida, ha sido un buen día", reconoció Fernando Alonso, que se tumbó en una hamaca encima de un gran mural que la organización había puesto y que recordaba aquella imagen del asturiano tomando el sol en Interlagos el pasado año.
En Hungría ganó Vettel, dominador de principio a fin. No tuvo apenas problemas, salvo un momento en el que tuvo cierta inquietud con su volante, que no se colocaba bien. Fue esa la única emoción que tuvo la carrera en su primera posición. El alemán fue un martillo en un circuito con pocas opciones de adelantamiento y amplió su ventaja en el Mundial, ahora en 14 puntos con Hamilton.
Lo hizo porque el inglés acabó cuarto, también por su deseo propio. La Fórmula 1 vivió un bonito gesto del tricampeón del mundo. Cuando rodaba cuarto y tenía mejor ritmo de carrera que Bottas, que iba delante, pidió al equipo que le dejaran adelantarle para irse a por Raikkonen. Su compañero de equipo cedió a la petición y dejó pasarle. Hamilton llegó a donde el finlandés, pero no llegó a adelantarle. El de Ferrari terminó segundo, completando el doblete de la escuderia italiana.
Cuando ya no tenía opciones de superar a Raikkonen, Hamilton frenó en la última vuelta y dejó pasar a su compañero Bottas, recuperando así las posiciones que había unas vueltas antes. El inglés había prometido que si no llegaba a adelantar a Raikkonen, le devolvería el tercer puesto a Bottas. El gesto, además de ser muy deportivo, es todavía más sorprendente sabiendo que con esta decisión Hamilton pierde puntos respecto a Vettel en un Mundial apretadísimo.
Verstappen terminó quinto, a pesar de tener una sanción de 10 segundos por un toque con su compañero Ricciardo, fuera desde la primera vuelta. El holandés sacó unos 55 segundos a Alonso, demostrando que los Ferrari, Mercedes y Red Bull están en otro mundo respecto al resto de pilotos. Detrás de Alonso llegó Sainz, séptimo, que hizo una gran salida. Los dos españoles tuvieron varios duelos durante la carrera en los que los aficionados vibraron. Lástima que no fuera por cuotas altas aunque, eso sí, esta carrera fue la mejor para los españoles de todo el año.