“En Barcelona ya fueron muy bien. Para mí, lo raro fue Australia, donde fueron peor de lo esperado, pero en Barcelona sí les teníamos con nosotros y McLaren, la verdad. Por lo tanto, tienen mucha punta aquí, algo que me sorprende, y es un equipo a tener en cuenta. Yo iba siempre cómodo aquí en Bahréin con el Toro Rosso, era un coche que respondía muy bien a este circuito y puede que tengan un buen fin de semana aquí”. Así hablaba Carlos Sainz hace unas horas sobre su exequipo. Y con mucho tino: en lo que va de segundo Gran Premio de la temporada, el motor Honda ha rendido mejor que el Renault que usan el madrileño… y Fernando Alonso.
Qué caprichoso es el destino. Después de que la marca japonesa terminase su vinculación con McLaren, una que nunca cuajó, el bicampeón del mundo se encuentra con una situación, cuanto menos, curiosa: su decimotercer puesto y el decimocuarto de su compañero Vandoorne en la parrilla de salida de este domingo han sido superados por los dos Toro Rosso (Pierre Gasly acabó sexto y Brendon Hartley undécimo). Monoplazas ambos con el propulsor que tanto sacó de quicio a Alonso durante tres años que se hicieron eternos.
No fue la mejor sesión de clasificación de la escudería británica. Aunque la situación tampoco resultó muy distinta en los entrenamientos libres. Gasly quedó por delante de Alonso y Vandoorne en las tres sesiones. Por comparar, logró un séptimo, octavo y noveno puesto por un undécimo, noveno y décimo del español respectivamente. Y Hartley se quedó un puesto por debajo de Fernando, y seis por delante de su compañero belga, justo en la última práctica, este mismo sábado.
Por A o por B, Sakhir no parece destinado a ser uno de los circuitos que mejor recuerdo deje en McLaren este curso. Ni mucho menos en su piloto estrella, que a punto estuvo de quedar eliminado ya en la Q1, cuando el Haas de Romain Grosjean cayó con el mismo tiempo que Alonso. Sobre el papel, mejorar o igualar el quinto puesto de Melbourne parece complicado. Y, sin embargo, hubo de todo menos alarmismo en sus declaraciones posteriores.
“Es un circuito en el que nos fueron mal las cosas el año pasado. Tenemos que intentar aprender del pasado. No obstante, no estoy del todo preocupado. Salimos el 11 en Australia, aquí el 13. La carrera es mañana y creo que tenemos mejor ritmo de carrera que a una vuelta”, confesó Fernando. Queda claro que pasa de la teoría. Su habilidad para ganar puestos los domingos y la posibilidad de elegir neumáticos (al haber llegado sólo hasta la Q2) aún podrían darle una sorpresa positiva a la hora de la verdad.
No obstante, el paso hacia adelante de Toro Rosso quizá deba preocupar en serio a Alonso y su entorno. Quién sabe si lo ocurrido en Australia no fue irreal (abandono de Gasly y decimoquinto puesto de Hartley) y el equipo filial de Red Bull está preparado de verdad para pelear con McLaren y Renault. Incluso por esos podios a los que el de Oviedo aspira a volver a subir este año. Para muestra, los test de pretemporada, con muchos kilómetros y una fiabilidad relativa al motor Honda que en Woking apenas saborearon.
Algo de ánimo de venganza sí que hay en el ambiente. “No me preocupa McLaren. Estoy seguro de que, al final, vamos a tener un paquete más competitivo que el suyo”, llegó a declarar el máximo responsable de Toro Rosso, Franz Tost, en marzo. “Creo que en McLaren se han equivocado, porque el motor Honda va mejor que el Renault”, le siguió Hartley. “Ya el año pasado, el motor Honda no eran tan malo como se sugería…”, deslizó el responsable de diseño del equipo, James Key.
Alonso no acostumbra a morderse la lengua, así que tampoco lo ha hecho con este tema. “Llegamos a las carreras y a la crono tanto en Australia como aquí mucho más preparados a lo que estábamos acostumbrados”, aseveró justo antes de la respuesta de Honda en la pista. Una que motivará una investigación sobre el rendimiento de los McLaren, en palabras de su propio jefe, Eric Boullier.
También hubo sensaciones agridulces para Sainz. Aunque él sí logró superar a los dos Toro Rosso en los últimos entrenamientos libres, saldrá décimo en carrera. Es decir, cuatro puestos por detrás de Gasly. Y, aun así, seguro que no siente el aliento en el cogote de Honda que sí podría atormentar a Alonso. ¿Se imaginan que se repite la misma historia vivida tras su primer adiós a McLaren o su marcha de Ferrari, en esta ocasión con un cambio de motor y no de equipo de por medio? Queda mucha temporada por delante, pero ahí está esa (macabra) posibilidad.
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