El coronavirus ha revolucionado Italia en los últimos días. Si desde el Gobierno ya se ha aconsejado suspender el fútbol en la Serie A, en las últimas horas también había salpicado de forma directa a la Fórmula 1. Y es que Ferrari, una de las escuderías más emblemáticas del campeonato, se encontraba aislada en el país.
Recientemente el Gobierno de Italia decretó que la región de Lombardía y 14 provincias de las regiones de Piamonte, Marcas, Veneto y Emilia-Romagna eran zonas de alto riesgo. Algo que obligaba a el aislamiento de 16 millones de personas, entre las que se encontraban los miembros de la fábrica de Ferrari situada en Maranello.
El ejecutivo italiano decretó "evitar absolutamente cualquier movimiento dentro y fuera de los territorios, excepto los movimientos motivados por necesidades laborales especiales o situaciones de emergencia". Sin embargo, Ferrari podrá salir del país ante la necesidad de estar en el Gran Premio de Australia de Fórmula 1.
La escudería de Maranello ha recibido el visto bueno del Gobierno para poder estar en Sidney, tal y como ha confirmado un portavoz de Ferrari al portal motosport.com. Se apunta a que todo el personal de pista, de gestión, la alta dirección y los pilotos pondrán rumbo el lunes a Australia.
La misma fuente informa que en la escudería continúan intranquilos, ya que el brote de COVID-19 que ha causado estragos en toda Europa en las últimas semanas podría cambiar cualquier planificación.
Incertidumbre en la F1
La prioridad de Ferrari es estar en el Gran Premio de Australia que se correrá el 15 de marzo en el circuito de Albert Park. Será la fecha en que arranque el Mundial de Fórmula 1 2020 y la escudería italiana no quiere perderse la cita.
En las últimas horas también se conoció que el Gran Premio de Bahrein se celebrará a puerta cerrada por el coronavirus. Una medida que causa inquietud en el Gran Circo respecto a otras citas.
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