El regreso de Fernando Alonso y el estreno de Alpine no fueron tal y como todo aficionado español deseaba durante las semanas previas al arranque del Mundial de Fórmula 1. En Baréin, el piloto asturiano nos regaló una meritoria clasificación alzándose hasta el noveno puesto, pero en carrera se vio al A521 lejos de sus teóricos rivales directos y para más inri tuvo que abandonar.
Han pasado ya más de diez días de la carrera de Shakir, lo que ha permitido reposar las conclusiones del primer Gran Premio de la temporada. En Alpine, sin embargo, no parece haber todavía una total comunión total en cuanto a la hoja de ruta trazada para los próximos meses. ¿Qué hacer? ¿Dar una oportunidad al 2021 o dar el año por 'perdido' y centrarse en 2022?
Esta semana han hablado dos de los 'jefazos' de la escudería: Marcin Budkowski, director ejecutivo de Alpine, y el verdadero jefe, Laurent Rossi, CEO de la marca francesa. De sus palabras se puede extrapolar la idea general que reina en el ambiente del equipo, por las limitaciones del propio monoplaza, aunque no hay una comunión total, por así decirlo.
Fernando Alonso, junto a Davide Brivio y Karel Loos, el ingeniero de carreras de Alpine F1 Team
Budkowski habló de lo que se viene por delante. La siguiente prueba, la de Emilia-Romaña, se celebra el próximo 18 de abril y Alpine llevará un paquete de mejoras para sus dos coches. "Tenemos un paquete de actualizaciones bastante respetable para Imola, así que vamos a tener más piezas y más rendimiento en el coche en Imola", anunciaba el directivo sobre un paquete centrado en la parte trasera del monoplaza.
Además, aseguró que esa será la tónica para las siguientes carreras de la primera parte del 2021: "En general, a las primeras carreras de la temporada, vamos a llevar algunas piezas nuevas", dijo. Y es que Alpine está lejos de su verdadero objetivo: "Todavía estamos a dos o tres décimas para estar realmente peleando con la gente que pretendíamos pelear", añadió.
Laurent Rossi habló un día después y fue mucho más contundente con el A521, del que asegura, sorprendentemente, que "ha alcanzado en gran medida sus límites". "Sacaremos todo lo que podamos de este coche, que no es el mejor coche, pero es un buen coche, y, mientras tanto, nos aseguraremos de construir el mejor monoplaza para la próxima era de reglamento", exclamó.
Alpine busca su sitio
Parece que solo una carrera ha bastado para que los ánimos no sean los mejores en Alpine para el 2021, que tampoco era una temporada para la que había mayores expectativas que lo conseguido el año pasado, un quinto puesto en el Mundial de constructores y varios podios. Ahora mismo, el A521 no parece estar preparado para luchar -obviando a Mercedes y Red Bull- contra McLaren, Ferrari y Aston Martin, encuadrándose con los AlphaTauri y los Alfa Romeo por lo visto en Baréin.
Alpine se planta en un momento decisivo para decidir si tirar o no la toalla en 2021. Fernando Alonso, que regresó a la F1 para soñar con su tercer Mundial, sabía de antemano que este año serviría de rodaje para la verdadera prueba de fuego que es el 2022. En la escudería ya le prometen "el mejor coche de la historia", como dijo también Rossi, pero hay que ver si todavía se puede hacer trabajo esta temporada para poder volver a saborear de nuevo lo que es subirse a los cajones del podio.
[Más información - Alpine revela el plan con el coche de Fernando Alonso: mejoras inminentes]