Dos carreras. Es lo que queda de Mundial de Fórmula 1 2021 y todavía no se ha decidido quién se coronará campeón. Max Verstappen, con una ventaja de ocho puntos sobre Lewis Hamilton, podría llevarse el campeonato matemáticamente en el GP de Arabia Saudí si todo sale de cara, pero el que viene con más fuerza es el británico. La guerra está servida en la pista y también en los boxes entre Christian Horner y Toto Wolff.
Es una batalla de otro tiempo la que se está viviendo entre Red Bull y Mercedes, que durante su hegemonía en el Gran Circo no había tenido una competencia así. Y las chispas han saltado con fuerza durante todo el año entre el jefe que quiere derrocar al 'rey' y el que quiere mantener su trono: Horner vs. Wolff. Con ellos al lado, el pique entre Verstappen y Hamilton parece de niños.
Llevan todo 2021 a la gresca, aunque desde Catar todo parece haber saltado por los aires. "Queremos un campo de juego limpio y una lucha limpia en estas tres últimas carreras. No han tenido nada así en siete años, es por lo que Toto se está poniendo nervioso, por lo que suda ante las cámaras. Es por lo que está tirando bombas alrededor y es fantástico, les tenemos bajo presión. Es aquello por lo que este deporte ha estado llorando y en vez de criticar a Max habría que animarle", decía Horner para defenderse de la polémica maniobra de Verstappen en Brasil.
No necesito ir a cenar con Toto ni besarle el culo
En el momento de verse las caras en Catar, Horner subió la temperatura con una declaración todavía más provocativa: "No hay relación con Toto, hay competencia. Hay respeto por lo que Mercedes y Lewis Hamilton han conseguido. No necesito ir a cenar con Toto. No necesito besarle el culo. Otros jefes de equipo puede que lo necesiten".
Pero que nadie piense que los ataques solo han ido dirigidos desde un lado. Toto Wolff también ha cargado con fuerza contra su rival a lo largo del año: "Siento que es uno de los protagonistas de una pantomima, parte del elenco de la Fórmula 1 y, para mí, como parte interesada, como propietario de un equipo, es genial que cree este tipo de historias, pero es irrelevante. La gente tiene un micrófono delante o una cámara encima y empiezan a comportarse como pequeños actores, como en Hollywood", decía el jefe de Mercedes antes del Gran Premio de México.
El vaivén de ataques no ha parado y también ha habido gestos que evidencian la tensión entre ambos... por si alguno todavía tenía dudas. El que tardará años en olvidarse será el de Hungaroring, después de que Valtteri Bottas jugará a los 'bolos' en la primera curva llevándose por delante a los dos Red Bull. Hamilton quedó segundo y Verstappen noveno.
Tensión en persona
Wolff quiso pedir perdón a su enemigo, pero Horner no lo iba a dejar pasar. Las cámaras de Sky Sports captaron el momento en el que el de Mercedes se acerca para pedir disculpas y el de Red Bull no las acepta, provocando la ira del primero que le apuntaba con el dedo.
Cuando habló Horner subió el pan: "Valtteri hizo una salida pobre, probablemente no juzgó bien su frenada e hizo un gran trabajo para Mercedes al sacar de pista a nuestros dos coches. Provocó una gran cantidad de daños. Le costará otro motor a Sergio (Pérez) y obviamente Max (Verstappen) quedó enormemente afectado".
Una pelea política en toda regla cargada de acusaciones. Primero fue el alerón trasero de Red Bull, luego que si la presión de neumáticos, los pit stop, motores 'sospechosos', apelaciones hacia los comisarios y así hasta la legalidad del alerón trasero de Mercedes.
Algunos se han cansado de ellos, como el expiloto de F1 Johnny Herbert: "Son como un par de niños de ocho años discutiendo en el patio de la escuela [...] Uno señala al otro y dice: 'Mira lo que está haciendo'. Desde afuera parece que la armonía en el equipo se está interrumpiendo, pero los técnicos no están escuchando ese ruido. Estarán trabajando a tope para encontrar esa ventaja crucial para sus pilotos", ha dicho esta semana.
Quedarán solo dos carreras y alguno tendrá la tentación de pensar que no hay tiempo para más. Nada más lejos de la realidad. La batalla en las dos últimas carreras del año se presenta apasionante y dejará escenas tensas en la pista entre los dos pilotos que se juegan el Mundial, pero también entre sus jefes.
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