El nombre de Lewis Hamilton se ha ganado ser uno de los más laureados de la historia en la Fórmula 1. El piloto británico es una estrella subido al monoplaza y ejerce de referente de toda una generación de jóvenes que sueñan con triunfar en el Gran Circo. Sin embargo, su peculiar personalidad y su eterna pelea por el título de número uno le han llevado a encadenar más de un conflicto con rivales y compañeros. La otra cara de Hamilton, la que menos ven los medios, la ha detallado Fernando Alonso.
El piloto español, si por algo se ha caracterizado durante su larga carrera en la élite del motor, es por su claridad. Alonso nunca ha dudado en decir su opinión sobre determinados temas. Y menos si estos podían crearle problemas. Esta misma temporada, de hecho, reconoció que los comisarios trataban diferente a los pilotos según su equipo y nacionalidad en clara referencia a las escasas sanciones que recibían sus rivales. Por ello, sus palabras sobre Lewis Hamilton son tan valiosas.
Fernando Alonso le conoce bien. Muy bien. Tanto que gran parte del rechazo que genera Hamilton entre el aficionado español a la Fórmula 1 es por la tensión que el piloto asturiano y el británico tuvieron durante el Mundial de 2007. Y, según ha confesado en una entrevista, Hamilton "ha empeorado con los años" en lo que respecta a su sorprendente actitud.
El de Alpine ha reconocido que en la parilla se hacen amigos. En su caso, los vínculos son más estrechos con aquellos pilotos latinos por la similitud de las culturas. Todo lo contrario a lo que sucede con Lewis Hamilton, quien "tiene poca relación con todo el mundo" y que en los últimos años "se aisló" del resto para centrarse únicamente en competir. Una actitud que, en parte, refuerza esa imagen que rodea al de Mercedes.
La polémica siempre va ligada al campeón del mundo. La participación en campañas sociales, sus críticas al resto de pilotos por no apoyar determinadas iniciativas y sus habituales indirectas por lo que sucede en la pista le han generado más de un enemigo en la grada. Este último Mundial, de los más tensos que se recuerdan en la historia reciente del automovilismo, no han ayudado a mejorar su fama. Y el relato de Alonso confirma lo que más de un espectador veía desde fuera.
El caso del asturiano, cabe remarcar, no es único. La mala relación que tuvo Hamilton con Nico Rosberg en 2016 ya dio mucho que hablar. Incluso aquellos que trabajaron conjuntamente con los dos pilotos han reconocido que ni se miraban a la cara cuando coincidían. Una muestra de que compartir equipo con el inglés no es fácil, al igual que tampoco lo es pelear por el título frente a su histórica trayectoria. Su adaptación a trabajar con George Russell, nuevo piloto de Mercedes y joven promesa del circuito, está por ver. La posible tensión, antes de que se les vea juntos, ya es uno de los grandes atractivos de la nueva temporada.
De Alonso a Verstappen
Fernando Alonso coincidió con Lewis Hamilton en 2007. Fue la temporada donde ambos no terminaron de entenderse defendiendo los colores de McLaren. La tensión fue a más y Hamilton quedó marcado como un 'enemigo' de todo aquel seguidor del piloto asturiano. El mismo Alonso reconoció, en una entrevista para PA News, que no gestionaron bien esa relación en parte por cómo se comportaron sus jefes.
Durante los tres años siguientes mejoraron su vínculo olvidando esa imagen de dos "jóvenes muy competitivos". A pesar de que las tensiones desaparecieran, no terminaron siendo amigos y lo dejaron en una "relación respetuosa" y "más fría de lo que solía ser". Una actitud que, como ha reconocido Alonso recientemente, no ha cambiado y ha ido a peor: Hamilton vaga solo antes y después de cada carrera acompañado siempre de su séquito.
Años después, y tras esos choques tanto con Alonso como con Rosberg -todos candidatos en su día a quitarle el título-, esta temporada ha protagonizado un nuevo duelo con Max Verstappen. El de Red Bull dejó una imagen para el recuerdo al marcharse cuando Hamilton celebraba la penúltima carrera del año. Y Hamilton, con sus críticas a la manera de conducir de Verstappen y a los presuntos favores de dirección de carrera, también construyó ese perfil de piloto polémico. La temporada 2022 está por ver quien comparte el papel de protagonista con un Lewis que no ha cambiado para bien.
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