Poco han tardado en empezar las hostilidades en el paddock de la Fórmula 1. El centro del huracán está en la revolución del W13 que ha presentado Mercedes en el test de Baréin. Sobre su legalidad ha girado la polémica y desde Red Bull es de donde más enérgicamente se ha hablado del monoplaza de Lewis Hamilton y George Russell. Max Verstappen ha sido el último en dar su opinión.
El vigente campeón de la Fórmula 1 ha hablado del W13. El piloto de Red Bull lo ha hecho de forma sarcástica, sin querer dar su opinión sobre las supuestas irregularidades que se denuncian desde su equipo. En Mercedes se defienden, en la marca de la bebida energética se enfadan y el piloto neerlandés se lo toma a cachondeo.
"No sé si el W13 es legal, pero es bastante feo, ¿no?. No tiene buena pinta, ¡incluso el color!", dijo sarcásticamente Verstappen cuando le preguntaron por el revolucionario diseño de su principal rival en el Mundial.
Y añadió: "No estoy preocupado. Sólo podemos centrarnos en nosotros mismos. Dije esto muchas veces el año pasado y tenemos que hacerlo de nuevo este año, incluso aunque los coches parezcan un poco diferentes. Hay muchas cosas desconocidas sobre las que necesitamos aprender, así que no estoy preocupado en absoluto".
La variante del Mercedes W13 presentada en el test oficial destaca por la ausencia casi total de pontones. La escudería alemana ha querido prescindir de ellos con un sistema de refrigeración en la zona superior del chasis y ya se habla de la mejoría sustancial que supondría para el rendimiento de la máquina de los dos pilotos ingleses. Cambia el diseño, el más rompedor de todos los de la parrilla.
Tensión entre los jefes
Si Verstappen se lo toma con humor, no así los dos jefes de las dos escuderías favoritas al Mundial. Toto Wolff, mandamás de Mercedes, ya ha salido a asegurar que su coche casi sin pontones es legal, pero Christian Horner ha hecho saltar las alarmas: "Hay algunas partes que no son legales".
También se ha visto obligado a referirse al tema el director general de la Fórmula 1, Ross Brawn. Entiende que exista polémica por el cambio radical que da Mercedes, aunque por ahora no da indicios sobre que exista sospecha en la organización de que el equipo germano haya cometido una infracción: "No hay duda de que el concepto de Mercedes es algo que no habíamos previsto. Es una interpretación muy extrema del reglamento e inevitablemente va a haber mucho debate", dijo Brawn.
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