Jarro de agua fría cuando más ilusión había. Fernando Alonso sufrió un accidente en la Q3 de la clasificación del Gran Premio de Australia cuando iba camino de marcar un gran tiempo. Un problema hidráulico le impidió reducir marchas y se fue por fuera de la pista, dando por acabada su sesión ahí.
El accidente se produjo en la curva 11. Alonso se fue recto por un nuevo problema de fiabilidad del Alpine que arruinó una vuelta que le colocaba en la parte inicial de la parrilla. Con 7 minutos de sesión por delante, el asturiano se quedó sin tiempo y saldrá décimo en la carrera de este domingo.
La clasificación para Alpine, en especial para Alonso, estaba siendo ilusionante. Venía avisando que era capaz de meterse entre Ferrari y Red Bull para, como mínimo, estar en las cuatro posiciones de delante. Pero un nuevo fallo del coche le alejó de la lucha.
Silencio sepulcral tras el accidente. La decepción en el bicampeón del mundo se hizo evidente, mientras en el box de la escudería gala se llevaban las manos a la cabeza.
El accidente de Fernando Alonso tuvo un doble golpe para los españoles. Carlos Sainz también se vio afectado. Al de Ferrari no le dio tiempo a marcar tiempo con su primer set de neumáticos por apenas 10 metros. También iba con una buena marca, que le hubiera colocado a la altura de Leclerc, Pérez y Verstappen, que sí cruzaron meta antes de la bandera roja.
Los problemas para Sainz no iban a acabar ahí. En el box hubo problemas para poner en marcha el motor y Carlos tuvo que salir a pista a trompincones. Sin margen y sin poder calentar bien los neumáticos del segundo set, no le dio más que para marcar el noveno mejor tiempo de la sesión.
La pole para Leclerc
La pole fue para Charles Leclerc, que volvió a ser más rápido que Verstappen y 'Checo', 2º y 3º, respectivamente, tras irse la bandera roja. Habrá emoción en la carrera de este domingo, pero sin duda fue una jornada negra para Fernando y Carlos, que saldrán a mitad de la parrilla.
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