Se acabó la discusión. Carlos Sainz ha renovado con Ferrari hasta 2024 y, por tanto, su futuro en la Fórmula 1 está libre de especulaciones por los próximos dos años. Su objetivo no será otro que luchar por el Mundial, empezando por la presente temporada. Su nuevo contrato ha de ser un punto de inflexión para el piloto madrileño.
La renovación de Sainz se daba por hecha, aunque en las últimas fechas se enturbió en cierta manera. La brecha abierta por Charles Leclerc, primero del Mundial a 38 puntos de su compañero, instauró la duda sobre la duración de la ampliación del contrato. Carlos pedía hasta 2024, como el monegasco, mientras que Ferrari planteó el 1+1.
Pesó el deseo de Sainz, que no era otro que encontrar estabilidad. A lo largo de su carrera, cuando más ha brillado ha sido cuando más atado ha tenido su futuro a corto plazo. Sabía que necesitaba lo mismo para la segunda parte de su etapa en Ferrari e insistió en ello en las negociaciones, siendo escuchado finalmente por la Scuderia.
En McLaren, con un contrato de dos años, pudo sacar lo mejor de su conducción. En su primer año, en 2019, logró en el GP de Brasil su primer podio en la Fórmula 1. Tanto ese año como el siguiente, Carlos quedó sexto en el Mundial de pilotos y destacó en la zona media de la tabla. Eso le hizo recibir la llamada de Ferrari, que buscaba un piloto que fuera sinónimo de fiabilidad y con margen de progreso. Sainz lo reunía todo.
Al llegar a Ferrari con otro contrato de dos años, Sainz pudo centrarse en su trabajo en la pista el pasado curso. A la quinta carrera, en Monza, hizo su primer podio de rojo siendo segundo y se fue consolidando hasta firmar su mejor temporada en la F1: quinto clasificado, por delante de Leclerc y solo detrás de las dos Red Bull y los dos Ferrari. El piloto madrileño fue el mejor de los 'terrenales' antes de la revolución.
No se puede decir que el inicio de este Mundial haya sido fácil para Sainz. Arrancó con dos podios en Baréin (2º) y Arabia Saudí (3º), pero Leclerc acabó siempre por delante. En Australia, la última prueba, llegó la catástrofe tanto en el día de clasificación como de carrera. En su parte de culpa nadie niega que pudo influir todo el ruido generado por las discusiones por su renovación.
No habrá órdenes de equipo
Sainz no tendrá que pilotar pensando que en cada carrera se está jugando el puesto. Ni dudas ni la sombra de Mick Schumacher a su alrededor. Ahora vuelve a ser momento de que Carlos dé lo mejor en la pista y luche sin límites. La renovación viene con 'premio', la seguridad de que Ferrari por ahora seguirá dejando competir a sus pilotos libremente.
En Imola, al menos, no habrá órdenes de radio. Ferrari considera que todavía es pronto para inclinar la balanza hacia Leclerc en la pelea por el título. Sainz tendrá una última oportunidad y el golpe moral de la renovación le puede empujar hacia delante este fin de semana.
Italia recibirá a Ferrari por todo lo alto. La ilusión está disparada por ver al Cavallino Rampante reinar de nuevo en la F1 tras una sequía que se extiende por 14 temporadas ya. Kimi Raikkonen fue el último en ganar el Mundial vestido de rojo. Leclerc es el favorito pasadas tres carreras, pero el recién renovado Sainz no ha dicho la última palabra. La estabilidad siempre hace mejor a Carlos.
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