El Gran Premio de Fórmula 1 de Las Vegas está envuelto desde el primer momento en una gran polémica. Antes incluso de que los monoplazas rodaran por el circuito ya había controversia por esta carrera artificial de la que se decía que tan sólo buscaba el negocio y el espectáculo, pero las peores sospechas se confirmaron en los entrenamientos libres.
Carlos Sainz fue el desafortunado protagonista del incidente más destacado de la jornada. El piloto español rodaba a toda velocidad por el trazado cuando, de repente, su marcha habitual se vio interrumpida de forma abrupta. Tras unos instantes de incertidumbre, enseguida todos comprendieron lo que había pasado. Una tapa de alcantarilla había saltado por los aires al paso del Ferrari.
Este incidente destrozó el coche del madrileño, que tendrá que cambiar piezas en su monoplaza de cara a la carrera del domingo y que por lo tanto será castigado con varias plazas. Pese a tratarse de motivos ajenos al piloto o a la escudería, Sainz tendrá que pagar igualmente con esta sanción.
El de Ferrari no pudo evitar pasar por encima de la cloaca a toda velocidad pero instantes antes por el mismo lugar pasó Fernando Alonso con distinto resultado. El de Aston Martin, también rodando a toda velocidad sobre el circuito de Las Vegas, dio un volantazo inesperado, como si algo se hubiera metido en su trayectoria sin que nadie más que él lo hubiera visto.
En las imágenes se aprecia con claridad todos los detalles. El asturiano tiene que salir de la trazada y gira hacia la izquierda de forma brusca para evitar la alcantarilla. Poco después, mira a través de su espejo retrovisor derecho para comprobar qué era lo que había dejado atrás y que le había escamado.
Esta maniobra de Fernando Alonso llamó la atención a todo el circo de la Fórmula 1 y enseguida despertó todo tipo de reacciones. Muchos admiraron la capacidad de improvisar un movimiento de este calibre por parte del piloto de Aston Martin y sobre todo destacaron sus reflejos ante una situación de este tipo.
La intuición y la rapidez en sus movimientos evitaron que fuera Fernando Alonso el que sufriera el percance con la ya famosa alcantarilla. Sin embargo, segundos más tarde fue Carlos Sainz el que no pudo percatarse de aquello a tiempo y sufrió unos graves daños en su monoplaza que además pusieron en peligro su integridad física.