La Fórmula 1 aterrizará en Madrid a partir de 2026. Una decisión que no se ha hecho oficial, pero sí que es oficiosa. Una situación que abre un nuevo panorama en España y que desatará una batalla entre la capital de España y Barcelona por acoger el Gran Premio de nuestro país.
En 2026 se le acaba el contrato a Barcelona y la alternativa de Madrid ha ido cogiendo forma hasta convertirse prácticamente en realidad. A priori, parece altamente difícil que las dos ciudades convivan en el cada vez más largo calendario de la Fórmula 1, aunque también se ha rumoreado la posibilidad de alternarse durante un pequeño periodo de tiempo.
Sin saber todavía lo que ocurrirá en un futuro, Madrid y Barcelona tienen por delante una importantísima batalla para convertirse en la reina del Gran Circo en España. Ya hubo dos Grandes Premios durante varios años, concretamente cuando se instauró la cita de Valencia que tan solo estuvo vigente entre 2008 y 2012. También cuando se corrió en 1994 y 1997 en Jerez, cuando también se hacía lo propio en Montmeló, el único que sigue vigente.
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Por lo tanto, 2026 se antoja un año crucial para la Fórmula 1 en España. Se ha confirmado que habrá una carrera en Ifema desde esa misma temporada y por aquel entonces Barcelona habrá entrado en su último año de contrato. Por lo que parece, una batalla por albergar la cita parece desatarse.
Sin embargo, ambos circuitos tienen por delante una batalla debido a un elemento trascendental, ya que hay un motivo por el que las dos ciudades quieren albergar una cita tan importante del automovilismo dentro de nuestras fronteras. Y en todo ello, aparece Fernando Alonso como protagonista.
El factor Fernando Alonso
2026 será un año especial para la Fórmula 1 y especialmente para Fernando Alonso. La entrada en vigor de los nuevos motores abre una puerta a que el doble campeón del mundo tenga una oportunidad de acercarse aún más a las escuderías más potentes del campeonato.
La alianza con la marca Honda como surtidora de motores para Aston Martin ha provocado que la ilusión se haya instaurado dentro del paddock. Los nipones se han convertido en uno de los más potentes suministradores, siendo partícipes de los últimos triunfos de Max Verstappen en la Fórmula 1.
Red Bull se ha convertido en el auténtico dominador del Gran Circo estas temporadas y su ruptura con Honda ha abierto una nueva puerta a Fernando Alonso y a Aston Martin. A pesar de que el español no guarda un buen recuerdo de los nipones después de su paso por McLaren, ellos han caído rendidos al talento del ovetense.
Por ello, la ilusión se ha comenzado a instaurar en la Fórmula 1 con la llegada de los motores en 2026, justamente el año en el que Madrid entraría de lleno en el Gran Circo. Una situación que ha comenzado a generar cierta incertidumbre ante la dificultad de que haya dos Grandes Premios en nuestro país.
Además, la entrada en vigor de la nueva reglamentación de los motores abre una nueva ventana en la Fórmula 1 y entra mucho en juego el desarrollo que tenga cada escudería para poder adaptarse lo mejor posible a los requerimientos.
Los principales cambios están basados en un aumento del despliegue de energía eléctrica hasta un 50% y se utilizará un combustible sostenible 100%. Además, habrá una sustancial reducción en los costes generales, ya que el límite se ha fijado en 95 millones hasta 2025 y se aumentará hasta los 130 para 2026. También se mantendrán unas unidades de potencia muy similares a las actuales, ya que la F1 no quiere perder ni ápice del espectáculo, y seguirán utilizando motores de combustión interna V6 de 1.6L.
Alonso como reclamo
Otro de los aspectos más importantes de esta batalla entre Madrid y Barcelona que habrá en 2026 está marcada por la importancia, a nivel de marketing, de Fernando Alonso. El piloto asturiano es todo un fenómeno de masas y se ha convertido en uno de los más reconocidos del paddock.
Por ello, tenerle como uno de los grandes alicientes a la hora de disputar una carrera en suelo español hace que Madrid y Barcelona se enfanguen por tenerle entre sus prioridades. Esto se debe a que cada año que pasa es más difícil que Fernando Alonso siga subido a un monoplaza.
En 2026, el bicampeón del mundo tendrá 45 años, por lo que probablemente esté dando sus últimos coletazos en la parrilla. Aún así, su presencia sería el colofón, especialmente si el español da sus últimos giros en alguno de los dos circuitos. Por ello, es un elemento que no se debe dejar pasar, tanto por su calidad al volante como por el tirón que tiene detrás.