La Fórmula 1 lleva unas semanas en las que no deja indiferente a nadie. Las polémicas dentro del equipo Red Bull con Horner y Verstappen, el posible baile de pilotos de cara al año que viene, el escándalo del presidente de la FIA... Numerosos acontecimientos extradeportivos que han dejado en un segundo plano a lo que ocurre sobre el asfalto.
Apenas se ha hablado de lo ocurrido en el Gran Premio de Baréin abrió la temporada. Quizá porque no hubo sorpresas y ocurrió lo que lleva pasando en los últimos tres años, un dominio de Red Bull de la mano de Max Verstappen. Como siempre.
El neerlandés ganó la primera carrera del año y lo hizo con una suficiencia que asusta y que deja entrever que en este campeonato tampoco habrá opción para la sorpresa. Todavía quedan 23 pruebas por delante, pero parece que todo el pescado está vendido. Ferrari podría ser la única alternativa a la escudería energética visto el rendimiento y el ritmo ofrecido en Baréin aunque derrocar a Max Verstappen no será nada fácil.
Donde se puede abrir una grieta para el resto de equipos es en lo extradeportivo. Red Bull vive una crisis interna muy grande y todo puede saltar por los aires. Este está siendo el principal tema de conversación en el inicio del campeonato, además del futuro de Fernando Alonso y de las últimas polémicas con la FIA.
Ben Sulayem, señalado
El presidente de la FIA, Mohamed Ben Sulayem, ha protagonizado el último escándalo del 'Gran Circo'. Al parecer, según desveló la BBC, trató de evitar la disputa del Gran Premio de Las Vegas. Ben Sulayem habría instado a las autoridades a buscar fallos para evitar que se estrenase la prueba en el Mundial de Fórmula 1.
Este informe que maneja el Comité de Ética cita a un denunciante que habría sido contactado por su responsable para encontrar "algunos aspectos preocupantes para impedir que la FIA certificara el circuito antes del fin de semana de la carrera". "El propósito era encontrar fallas en la pista para no otorgar la licencia", añaden.
Lo cierto es que todo el proceso de homologación del circuito de Las Vegas estuvo marcado por la falta de rigor, incumplimiento de plazos, y su consecuente desastre con la bochornosa y peligrosa situación con la alcantarilla que ocasionó daños en los monoplazas de Carlos Sainz y Esteban Ocon. Demostrando así la falta de preparación y seguridad del trazado.
"Los problemas en el circuito debían ser identificados artificialmente independientemente de su existencia real, con el objetivo final de retener la licencia", añade el informe. A pesar de todo, los funcionarios "no pudieron encontrar ningún problema con el circuito y, por lo tanto, certificaron que el circuito era apto para la carrera".
La guerra en Red Bull
Sin embargo, donde está puesto todo el foco ahora mismo es en el equipo Red Bull. ¿La razón? Max Verstappen y Christian Horner. La escudería austriaca vive un problema interno que puede hacer saltar todo por los aires.
Todo comenzó a principios de febrero cuando Christian Horner, jefe de equipo, fue acusado por una fuente anónima de la escudería austríaca de tener un "comportamiento inapropiado" para con una empleada. Se llevó a cabo una investigación, pero el equipo energético decidió "desestimar" la denuncia y mantener al inglés en su cargo.
[Los Verstappen, en guerra contra Horner mientras Mercedes echa leña al fuego interno de Red Bull]
Parecía que las aguas estaban calmadas en Red Bull después de un mes lleno de tensión e incertidumbre, pero fue Jos Verstappen, padre de Max, quien se encargó de volver a echar leña al fuego: "Habrá tensión en el equipo mientras Christian siga en su puesto. El equipo corre el riesgo de desintegrarse. No puede seguir así. Explotará. Se está haciendo la víctima, cuando es él quien causa los problemas", afirmó.
El patriarca Verstappen no negó directamente ser el responsable de las filtraciones, pero se desmarcó del asunto: "¿Por qué iba a hacer eso cuando a Max le está yendo tan bien aquí?", dijo. Un mensaje que sirvió para despejar un poco las dudas acerca del futuro del tricampeón del mundo, al que ya empiezan a asociar con Mercedes.
El futuro de Alonso
El problema interno en Red Bull pone en riesgo la continuidad de Max Verstappen en el equipo y eso puede repercutir directamente en Fernando Alonso. El piloto asturiano acaba contrato esta temporada y será sin duda uno de los nombres más cotizados en el próximo mercado.
De momento, quien tiene un asiento libre para 2025 es Mercedes. La marcha de Lewis Hamilton rumbo a Ferrari ha provocado numerosos rumores de un posible cambio de cromos en la parrilla. Entre los nombres para llegar al equipo alemán ha sido Alonso, pero el asturiano ha sido ligado con más fuerza en los últimos días a Red Bull.
El propio piloto de Aston Martin se ha pronunciado al respecto. "Sí que creo que estoy en esa lista. Es mejor estar en esta lista porque no tengo contrato en este momento, así que el mejor estar en esa lista que en otras. Seguiré con interés todo lo que sucede con Max, pero es una pregunta para él. Ha habido muchos rumores en los últimos dos o tres meses, es difícil creérselos todos, así que eso es cuestión de Max", afirmó Alonso en su llegada al Gran Premio de Jeddah.
De momento, el español no se quiere mojar y todavía sigue dejando en el aire su continuidad en la Fórmula 1. "Decidiré mi futuro en las próximas semanas. Primero, hablaré conmigo mismo y decidiré si quiero sacrificar todo en mi vida para estar preparado al cien por cien en la Fórmula 1", dijo.