Michael Schumacher y su esposa Corinna

Michael Schumacher y su esposa Corinna Reuters

F1

La mujer de Michael Schumacher se encara con un jefe de equipo de F1 en el paddock de Monza

Las declaraciones de James Vowles, jefe de equipo de Williams, sobre el desempeño de Mick Schumacher han causado una gran controversia en la Fórmula 1, desatando la ira de la familia del piloto alemán.

3 septiembre, 2024 20:00

Durante el fin de semana del Gran Premio de Italia en Monza, James Vowles, jefe del equipo Williams, se vio envuelto en una polémica que ha levantado ampollas en el mundo de la Fórmula 1, especialmente entre los seguidores y la familia de Michael Schumacher.

El incidente comenzó cuando se le preguntó a Vowles por qué Mick, el hijo del siete veces campeón del mundo de F1, no fue considerado para reemplazar a Logan Sargeant, quien había sido apartado del equipo tras múltiples incidentes en la temporada 2024. En lugar del joven piloto alemán, Williams optó por el piloto argentino Franco Colapinto.

La respuesta de Vowles fue contundente y no dejó lugar a dudas sobre su opinión respecto al joven alemán: Mick Schumacher, en su opinión, no es un piloto excepcional, sino simplemente "bueno".

Mick Schumacher, durante el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1

Mick Schumacher, durante el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1 Europa Press

Estas palabras encendieron la ira de los Schumacher, y especialmente de Corinna, la esposa de la leyenda de la Fórmula 1, Michael Schumacher. En el paddock de Monza, la madre de Mick no dudó en enfrentarse a Vowles, mostrándose visiblemente molesta por las declaraciones que, según ella, dañaban la reputación de su hijo.

James Vowles, que anteriormente trabajó en Mercedes y ha seguido de cerca la carrera de Mick desde sus inicios en Haas, argumentó que aunque el piloto ha mostrado mejoras significativas, no ha alcanzado el nivel que se esperaba de alguien con su apellido.

"Mick ha mejorado mucho desde su tiempo en Haas, eso es innegable. Es un piloto competente y ha hecho un trabajo increíble en los simuladores de Alpine, Mercedes y McLaren. Sin embargo, al evaluar nuestras opciones, consideramos que tanto Mick como Sargeant caen en la categoría de 'buenos, pero no especiales'. Y eso es algo que debemos reconocer con honestidad", afirmó Vowles.

Sin embargo, sus palabras no fueron bien recibidas por todos. El periodista Chris Medland, en un artículo para Motorsport Magazine, reveló que Corinna Schumacher, molesta por las declaraciones de Vowles, se enfrentó a él fuera del paddock de Monza.

James Vowles, jefe del equipo Williams F1

James Vowles, jefe del equipo Williams F1 Williams F1

Según Medland, este encuentro no fue precisamente amistoso, ya que Corinna aprovechó la ocasión para expresar abiertamente su descontento con las declaraciones que, en su opinión, perjudicaban la imagen de su hijo.

Vowles, consciente del revuelo causado, intentó suavizar la situación aclarando que sus comentarios no fueron entendidos correctamente. Explicó que cuando dijo que Mick no era "especial", se refería a que no lo veía como un talento al nivel de Ayrton Senna, un piloto legendario que es considerado un referente de excelencia en la Fórmula 1.

Pese a estas disculpas, Corinna Schumacher no se contuvo y, en una escena bastante pública fuera del paddock, hizo saber a Vowles lo que pensaba sobre sus opiniones respecto a su hijo.

La comparación directa de Mick con Logan Sargeant, un piloto que había sido despedido precisamente por no cumplir con las expectativas, fue vista como un golpe bajo. Vowles, sin embargo, se mantuvo firme en su postura, asegurando que su decisión estaba basada en una evaluación objetiva del rendimiento de ambos pilotos y no en el legado o la historia familiar que rodea al hijo del siete veces campeón de F1.

Este incidente en Monza subraya la presión y las expectativas que recaen sobre los hombros de Mick Schumacher, quien, a pesar de sus logros en categorías menores como la Fórmula 3 y la Fórmula 2, ha tenido dificultades para consolidarse en la máxima categoría del automovilismo.

La situación también pone en evidencia las duras realidades de la Fórmula 1, donde el apellido y el legado no siempre garantizan un asiento, y donde el rendimiento en pista es el único juez.

Con este incidente, la presión sobre Mick Schumacher no hace más que aumentar, mientras los ojos del mundo del deporte motor siguen atentos a sus próximos movimientos y a las decisiones que se tomen en torno a su futuro en la Fórmula 1.