Llevaba trabajando juntos desde 2013, después de proclamarse campeón del mundo de MotoGP la temporada anterior con la marca italiana X-Lite, pero la última campaña ha supuesto un suplicio para Jorge Lorenzo porque hasta en dos ocasiones se vio apeado del podio por problemas con un casco por el que recibía alrededor de un millón de euros por temporada.
El tricampeón del mundo de la clase reina, que tenía la opción de renovar su contrato con la empresa coreana HJC, ha decidido cambiar de aires y durante las próximas tres temporadas lucirá la protección Race-R PRO de la empresa francesa Shark, que estrenará en el primer test de 2016, el próximo 1 de febrero en el trazado malayo de Sepang.
“Es momento de probar cosas nuevas y Shark me ofrece un reto muy ilusionante por delante. Estoy muy contento de poder afrontar las próximas temporadas con una marca tan prestigiosa como Shark, que tiene una larga trayectoria en el motociclismo profesional. Creo que haremos un gran equipo y espero devolver toda esa confianza que han depositado en mi revalidando el título mundial”, asegura Lorenzo en un comunicado, en el que también da las gracias a HJC y a la familia Hong, propietarios de la compañía coreana: “No ha sido nada fácil tomar la decisión, pero después de tres temporadas juntos ha llegado la hora de separar nuestros caminos. Quiero darles las gracias porque juntos hemos ganado un Mundial que parecía imposible”.
Los problemas de Lorenzo con su casco millonario comenzaron en el Gran Premio de Qatar, la prueba inaugural de la pasada temporada, donde se vio apeado del podio –finalizó cuarto- después de que la espuma interior de la protección se desprendiera y comenzara a caérsele sobre los ojos, perdiendo el 50% de la visión.
Si en Losail se trató de un error humano, en Silverstone el contratiempo fue más un problema del fabricante coreano HJC porque el piloto francés Mike di Meglio, que porta la misma protección que el tricampeón del mundo de MotoGP, también sufrió idénticos problemas de visibilidad. Durante el warm up y la carrera del Gran Premio de Gran Bretaña, en condiciones de lluvia, a Lorenzo se le empañó la visera y se tuvo que conformar con la cuarta posición. Desde HJC le recomendaron no utilizar la máscara aunque sí el pinlock, una pantalla que se coloca por dentro de la visera con un borde silicona que forma una cámara de aire para impedir que se empañe.