Afronta con ambición la temporada en la que debe defender su corona de campeón y asegura que los insultos que recibe en las redes sociales no le afectan en su rendimiento en la pista, aunque en Mugello y Misano reforzara su seguridad. “Nunca sabes qué puede pasar. En los circuitos antes no había tanto fanatismo extremo”, asegura Jorge Lorenzo (4 de mayo de 1987, Palma de Mallorca), que atiende a EL ESPAÑOL tras la puesta de largo del equipo Movistar Yamaha MotoGP en Barcelona.
Valentino ha pedido el respeto de sus rivales, ¿y usted?
Tengo mucho respeto por Valentino y por todos los pilotos en general. El respeto siempre existe porque somos dos personas y dos campeones del mundo en múltiples ocasiones. Ambos nos jugamos la vida y nos respetamos como personas y como deportistas. Puedo estar de acuerdo o no con algunas acciones, respondí públicamente cuando se me preguntó mi opinión sobre el incidente de Sepang y pedí perdón por el gesto que hice en el podio. El problema que tienen Márquez y Rossi lo deben solucionar ellos dos.
Al final de 2016, la mayoría de los pilotos terminan sus contratos, ¿cree que será su última temporada como compañero de equipo de Rossi?
No lo creo, por lo menos por mi parte. Siempre he dicho que mi sueño sería retirarme en Yamaha porque siempre me han tratado fenomenal tanto dentro como fuera de la pista. Si ellos valoran mi trabajo, espero seguir en este equipo. Si cambia, ya veremos lo que sucede. En principio, mi idea es seguir en Yamaha. Mi experiencia en estos dos últimos años es que no debo pensar en mi futuro. Debo procurar seguir pilotando bien y ya veremos a mitad de temporada cómo están las cosas. No tengo prisa y puedo esperar carreras, hasta la mitad del campeonato, porque creo en mí mismo, aunque si sabes lo que va a pasar antes de la primera carrera te da más tranquilidad.
¿Le afectan los insultos que recibe en las redes sociales?
No, porque siempre he sido muy frío y nunca me ha afectado en mi rendimiento en la pista. Pero, ¡es alucinante! ¿Qué he hecho yo para recibir estos insultos? Incluso, ¿qué ha hecho Marc para recibir esos insultos? Fue un encontronazo que tuvieron ellos dos, pero Marc siempre actuó de forma limpia en la pista. Valentino mantiene la teoría que expresó en la rueda de prensa de Sepang. Valentino ha ganado muchísimos títulos y tiene carisma. Él representa para el motociclismo lo que en su día pudo representar y representa Michael Jordan para el baloncesto. Rossi tiene millones de seguidores y ahora mismo gran parte de ellos se dedican a meterse en nuestras redes sociales para desprestigiar, insultar o amenazar, que es más grave.
Parece que nosotros somos los enemigos cuando, en realidad, no hemos hecho nada. A mí Rossi no me acusó de nada, por tanto yo no puedo defenderme porque no he sido atacado. A través de la teoría que Valentino expuso, ahora muchos de sus seguidores se dedican a atacarme. Parte de la culpa de lo que está sucediendo no sólo la tienen las declaraciones que él realizó en su día sino también el parcialismo por el que han optado muchos medios de comunicación, sobre todo en Italia, aunque también en España. Algún sector de la prensa se ha dedicado a alimentar ese odio que ciertos aficionados sienten hacia el rival y que expresan en las redes sociales con insultos y se dedican a desprestigiar tu título. Lo que me preocupa es que pueda ir a peor en los circuitos. Al final, el único que puede remediar esta situación es Valentino. El único que puede parar los insultos en las redes sociales es Valentino y debería hacer entender a sus seguidores lo que es el respeto.
¿Se ha planteado pedir medidas de seguridad extras en los circuitos?
Creo, deseo y espero que no pase nada. Por si acaso, habrá que tomar algunas medidas como ir con seguridad a Mugello y Misano porque nunca se sabe qué puede pasar. En los circuitos antes no había tanto fanatismo extremo a pesar de que cada aficionado tenía sus preferencias por uno u otro piloto. Se están llegando a unos niveles similares a los que te puedes encontrar en un campo de fútbol. Este deporte se está convirtiendo en lo que se ve en los campos de fútbol.
¿Cree que llegará un momento que las aguas vuelvan a su cauce?
Por mí parte, yo no tengo ni quiero tener ningún problema con ningún piloto. Tenemos que ofrecer una buena imagen de respeto y compañerismo. La pasada temporada no tuve ningún problema en la pista con nadie. Yo no tengo nada que ver con lo que ocurrió en la pista en Sepang. Yo no tengo nada que ver en la guerra de acusaciones entre Valentino y Márquez que, en mi opinión, viene desde el Gran Premio de Argentina. Por eso no entiendo esos ataques contra mí, porque yo me dediqué a ir muy rápido en moto y a ganar el mayor número de carreras posibles. En Valencia hice lo mismo: me hice con la pole y fui el más rápido.
¿Por qué ha elegido de nuevo el número 99 en lugar del 1 de campeón?
La idea de llevar el número 1 era muy atractiva, porque cuesta mucho conseguirlo. Hice algunas pruebas de diseño, pero ninguna me terminó de convencer. Como no había ningún diseño que me gustara más que el diseño de mi 99, me decanté por el mismo de la pasada temporada.
Este año le toca defender la corona de campeón, ¿le crea inquietud?
Estoy muy orgulloso de todo lo que he conseguido y en los últimos seis años he ganado la mitad de los títulos.
El error que tuve en 2014 nunca me volverá a pasar, pero sí que es cierto que ser campeón del mundo entraña muchos compromisos y es más complicado entrenar todos los días o seguir tu dieta habitual. Estoy intentando que todo esto no me pase factura para la temporada y, progresivamente, estoy aumentando el nivel de entreno para llegar a Qatar en una condición física igual o mejor que la de la pasada temporada.
¿Por eso se marcha a Estados Unidos tras el test de Sepang?
Sí, estaré en Estados Unidos desde después del test de Sepang y hasta el de Phillip Island [unos 10 días] para cumplir con algunos compromisos publicitarios y aprovecharé cada día para entrenar en el gimnasio y con la bicicleta de montaña. Es una buena oportunidad para entrenar muy fuerte y disfrutar del buen tiempo que hace siempre en California.
¿En qué estado de su vida se encuentra?
Soy feliz porque gané el título de campeón del mundo de MotoGP, pero soy ambicioso, perfeccionista y quiero más. En un deporte tan sacrificado y tan exigente, es muy difícil disfrutar al máximo de la vida porque tienes que estar continuamente entrenando, trabajando y pensado en el futuro. Hay que saber combinarlo y creo que lo llevo bastante bien.
Y el amor a distancia, ¿cómo se lleva?
Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Sus cosas malas es que quieres estar con ella más tiempo y es imposible. Lo bueno es que los reencuentros son más emocionantes y no existe la rutina. Si la distancia no se lleva bien, puede llegar a enfriar la historia. Por el momento, la cosa marcha muy bien porque la compresión y la empatía son muy importantes en una relación.