La Catedral del motociclismo, donde por primera vez se corría en domingo y donde se cumplían 250 carreras de MotoGP, se convirtió en una encerrona para los pilotos de la clase reina. El tremendo diluvio caído durante la primera parte de la prueba obligó a Dirección de Carrera a pararla cuando se habían disputado 14 vueltas. La lluvia remitió y la carrera se reanudó a 12 vueltas, convirtiéndola en un ejercicio de supervivencia porque al final sólo 13 pilotos consiguieron terminarla.
Andrea Dovizioso, que lideró la primera carrera, tomó la salida en la primera posición. Le siguieron Valentino Rossi y Marc Márquez, que era consciente de que podía ampliar su ventaja en la general respecto a Jorge Lorenzo. El vigente campeón del mundo de MotoGP salía muy retrasado en un circuito donde se fracturó la clavícula izquierda en 2013 bajo la lluvia.
La impaciencia pudo con Il Dottore, que superó a su compatriota antes de completar el primer giro sobre un asfalto empapado que comenzó a provocar muchas caídas. Dovizioso, que marchaba segundo, se cayó en la segunda vuelta y en la tercera llegó la de Rossi cuando lideraba la carrera.
Ante este panorama, Márquez se encontró de buenas a primeras en la primera posición y con Jack Miller pisándole los talones. Una situación incómoda para el piloto español del equipo Repsol Honda, que demostró que ha aprendido a saber conformarse cuando la ocasión lo requiere después de la lección de la pasada temporada, cuando sumó seis ceros tras caídas provocadas por su sed de victorias.
Cuando Miller atacó, Márquez le dejó pasar y no entró en guerras que no le iban a llevar a nada bueno porque por detrás rodaba Pol Espargaró, pero demasiado distanciado para poner en peligro su segunda posición.
El piloto aussie, que llegó la pasada temporada a MotoGP directamente desde Moto3, demostró su madurez después de un primer año sumamente complicado. Rodó en cabeza y con un ritmo constante las ocho vueltas restantes para graduarse en La Catedral y sumar su primera victoria en MotoGP, donde no ganaba un piloto de un equipo satélite desde hace una década.
Fue en Estoril en 2006, cuando Toni Elías superó a Rossi en plena recta de meta. “He demostrado que podía hacerlo y quiero dar las gracias a Honda por apostar por mí”, aseguró Miller, que se convirtió en el primer piloto australiano en sumar un triunfo desde que Casey Stoner lo hiciera en Phillip Island en 2012.
“La segunda posición es como una victoria para mí, porque podía perder muchos puntos en el campeonato. Ahora casi llevo una carrera de diferencia con Lorenzo [terminó décimo] y con Valentino bastante más, pero le veo muy peligroso para este campeonato”, confesó Márquez, que amplía su ventaja en la general a 24 puntos sobre el vigente campeón del mundo de MotoGP y a 42 sobre Rossi.