Estaba convencido de que podía cumplir su sueño en Silverstone, un circuito que le encanta porque es muy rápido y donde su Suzuki GSX-RR permite realizar cambios de dirección de forma muy ágil como demostró en la primera jornada de entrenamientos. Maverick Viñales, que partía desde la tercera posición de la parrilla de salida, se situó primero antes de afrontar la primera curva y vio como su ventaja se incrementaba rápidamente en el trazado más largo (5.900 metros) del calendario mundialista antes de que apareciera la bandera roja en pista tras el brutal accidente de Loris Baz y Pol Espargaró en la segunda curva.
En la reanudación de la carrera, en esta ocasión programada a 19 vueltas, sabía que podía escaparse de sus rivales si volvía a tomar la delantera en la salida. Y así lo hizo antes de completar el primer giro para comenzar a poner tierra de por medio y emprender una escapada frenética que le llevó a conseguir su primera victoria en MotoGP tras el podio (tercero) logrado en Le Mans esta misma temporada. Un bautismo magistral para el piloto español que otorga a Suzuki su primer triunfo nueve años después de que el australiano Chris Vermeulen ganará el Gran Premio de Francia en 2007 en una carrera bajo un tremendo aguacero.
Como nadie era capaz de dar caza a Maverick, la batalla por la segunda y la tercera posición se desató entre Cal Crutchlow, Valentino Rossi y Marc Márquez, que fue el más perjudicado al quedarse fuera del podio por un error propio tras poner toda la carne en el asador y reeditar viejas rencillas con el italiano. El piloto español del equipo Repsol Honda se mantiene al frente de la general con una renta de 50 puntos de ventaja sobre Il Dottore y 64 sobre Jorge Lorenzo, que sólo pudo ser octavo y que prácticamente se descuelga de la lucha por el título cuando restan seis carreras para el final del curso.
La batalla entre Márquez y Rossi se desató cuando restaban seis vueltas para el final y tras tocarse en dos ocasiones haciendo temer lo peor. Una salida de pista del español al tratar de superar al italiano le devolvió a la cuarta posición, pero no desistió en su afán de atrapar una plaza en el podio y volvió a superar a Rossi. Con la tercera plaza en el bolsillo lanzó un nuevo ataque, en esta ocasión contra Crutchlow para reivindicar sus galones en Honda. Le salió mal porque terminó tocándose con el piloto británico y una nueva salida de pista le llevó a la quinta posición y por detrás de Dani Pedrosa, su compañero de equipo, al que consiguió superar en la penúltima vuelta para tener que conformarse con la cuarta plaza.