La relación de Jorge Lorenzo y Yamaha, fábrica a la que ha dado tres títulos de campeones del mundo de MotoGP a lo largo de las nueve temporadas que ha corrido con sus colores, atraviesa un momento delicado antes de despedirse de la marca de los tres diapasones para comenzar una nueva aventura en Ducati. El motivo es el veto que la fábrica de Iwata le ha impuesto y que le impide probar la Desmosedici antes de finalizar su contrato, que concluye el próximo 31 de diciembre. “Es evidente que con el nuevo reglamento, con la limitación de test que tenemos los pilotos oficiales, cuanto más puedas probar la moto mucho mejor. Habrá que intentar aprovechar al máximo los días de ensayos de 2017”, asume resignado el piloto español, al que Ducati le había reservado el circuito de Jerez para realizar dos jornadas de test, los próximos días 23 y 24 de noviembre, antes del parón invernal que prohíbe a los equipos y a los pilotos realizar entrenamientos durante los meses de diciembre y enero.
“Intentamos desbloquear la situación de todas las maneras, pero nos encontramos frente a un muro”, reconoció Davide Tardozzi, director deportivo de Ducati, que sí permitirá a Andrea Iannone probar la Suzuki antes de concluir su vinculación contractual. “Ni siquiera pensamos en no permitírselo. Creemos que en un clima de deportividad, estas cosas deberían ser normales”, asegura.
“Los contratos son los contratos. Lo lógico es que cuando uno termina la última carrera con un equipo, pues ya ha terminado. No es una decisión que dependa de mí, sino de Yamaha. Por los años que hemos vivido y la relación que hemos tenido, creo que me merecía que me dejarán probar la Ducati en Jerez. Parece que no va a haber problemas para hacerlo después de la carrera de Valencia, aunque aún no tengo la autorización”, reclamó el piloto español durante la conferencia de prensa del Gran Premio de Japón, que se disputa este fin de semana en el Twin Ring Motegi.
Una situación que al mismísimo Valentino Rossi le parece rara. El piloto italiano, afectado por unas décimas de fiebre y por el jet lag, pensaba que Yamaha iba a liberar a Lorenzo para poder probar la Ducati. “No sé si es justo o no lo es, es difícil de decir. Cuando lo supe pensé que era extraño, creí que le iban a dejar probar la moto. Tendríais que hablar con Yamaha, porque no sé cuál es su motivo para no dejarle. Naturalmente, tenemos que temer a la pareja Lorenzo-Ducati, pero no creo que ese test les dará a ellos ser más o menos mejores”, razona Il Dottore, quien recordó que cuando él se marchó de Honda no le dejaron probar la Yamaha hasta el año siguiente.
Una situación que Maverick Viñales, sustituto de Lorenzo en Yamaha, no vivirá porque Suzuki le permitirá probar su nueva montura en los test posteriores a la carrera de Valencia y en los entrenamientos que la fábrica de Iwata le ha programado los días 23 y 24 de noviembre en el circuito malasio de Sepang.
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