La victoria de Marc Márquez en MotorLand, hace tres semanas, dejó el campeonato prácticamente sentenciado. Tanto es así que el piloto español del equipo Repsol Honda dispondrá este fin de semana de su primer match ball para proclamarse tricampeón del mundo de MotoGP, aunque debe producirse una carambola a tres bandas porque necesita ganar la carrera en el Twin Ring Motegi, que Valentino Rossi no termine entre los 13 primeros y que Jorge Lorenzo no finalice en el podio. “Debemos gestionarlo con calma y con la misma mentalidad que hemos mantenido a lo largo de la temporada. Si Aragón fue una carrera que me había marcado para atacar, en Motegi intentaremos perder el mínimo de puntos posible. Lo afrontaremos con una mentalidad abierta, buscando el mejor resultado posible, pero preparados para adaptarnos a las circunstancias”, reflexiona el líder de MotoGP, que cuenta con una renta de 52 puntos sobre Rossi y 66 sobre Lorenzo [Horarios del GP de Japón de MotoGP].
A la espera de que Márquez se proclame campeón durante el triplete asiático, la lucha por el subcampeonato enfrenta a los dos pilotos de Yamaha que están separados por sólo 14 puntos. “Queda una buena pelea por el segundo lugar y cada uno juega sus cartas; es importante porque es una cuestión de honor. Me gustaría intentar estar ahí y ganar. Seguramente, el final de la campaña pasada no ha ayudado a convertirnos en mejores amigos. Lo importante es que se mantenga la competitividad, una buena pelea y ya está”, asegura Il Dottore tras reconocer públicamente que, tras el incidente de Sepang de la pasada temporada, la relación con su compañero de equipo es nula. Un hecho que quedó constatado en Misano, cuando ambos mantuvieron una acalorada discusión durante la conferencia de prensa posterior a la carrera.
Los resultados de las próximas cuatro citas, las que restan para el final del curso, determinarán quién es el mejor piloto de Yamaha en las siete temporadas en la que ambos han compartido box en dos etapas distintas y antes de que el piloto español abandone la marca de los tres diapasones con rumbo a Ducati. “Es mejor terminar segundo que tercero, aunque prefiero ser campeón del mundo, como el año pasado, que 10 subcampeonatos”, asegura Lorenzo, que probará la Desmosedici en los test posteriores al Gran Premio de la Comunidad Valenciana, pero no podrá hacerlo una semana después en Jerez porque Yamaha se ha cerrado en banda y no lo liberará hasta el 31 de diciembre, cuando finaliza su contrato con la fábrica de Iwata.
En las seis temporadas que han compartido equipo, Rossi ha terminado tres veces (2008, 2009 y 2014) por delante su compañero de equipo mientras que Lorenzo lo ha hecho en otras tres ocasiones (2010, 2013 y 2015), así que la campaña 2016 servirá para deshacer el empate y culminar una competición interna en la que la tensión entre ellos es demasiado obvia. Los números totales de su época conjunta en Yamaha revelan unas cifras parejas porque el italiano acumula 1.965 puntos en el campeonato del mundo de MotoGP mientras que el español suma 1.939, aunque Lorenzo puede presumir de haberle ganado la partida al italiano en cuanto al número de victorias: 34 triunfos frente a 26 con una Yamaha YZR-M1 que no sube a lo más alto del podio desde hace siete carreras. Ante semejante panorama, la tensión y el enfrentamiento entre Rossi y Lorenzo por el subcampeonato sólo tiene un único beneficiado: Márquez.
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