Hasta el mismo se sorprendió del crono logrado (1:43.954) porque, como posteriormente confesó, no esperaba poder estar luchando por la pole porque no se encuentra físicamente al 100% y lleva sufriendo todo el fin de semana. Valentino Rossi llegó al Twin Ring Motegi con unas décimas de fiebre y, para colmo, el jet lag le lleva torturando todas las noches desde que aterrizó en Japón. Pese a todos los contratiempos, el piloto italiano fue capaz de sobreponerse para sorprender a Marc Márquez, el gran dominador en casi todos los entrenamientos del Gran Premio de Japón, al que arrebató la pole en el último minuto después de que el líder del campeonato del mundo de MotoGP se colocara en cabeza tras completar la primera vuelta lanzada.
“No me esperaba estar luchando por la pole porque no estoy bien físicamente, aunque sí esperaba situarme en la primera fila. Hemos sufrido en todos los entrenamientos libres y Marc está muy fuerte. La clave ha estado en la grandísima frenada en la curva 11, tipo Fórmula 1”, bromeó Il Dottore sobre el punto que fue clave en su penúltimo giro y donde Márquez, que iba pegado a su rueda, se coló cuando iba mejorando sus tiempos.
Con la pole lograda en Motegi, donde desde 2009 no tomaba la salida desde la primera posición de la parrilla, Rossi suma 64 en el campeonato del mundo (54 en MotoGP) y vuelve a producirse un triple empate absoluto de poles entre él, Márquez y Lorenzo.
“Estoy contento porque este circuito era de los que tenía marcado que iba a perder más respecto a mis rivales”, confesó el líder de la clase reina, que en el Gran Premio de Japón dispone de su primer match ball para proclamarse tricampeón del mundo del MotoGP aunque no quiere ni oír hablar del tema porque las opciones todavía son un poco remotas y debe producirse una carambola a tres bandas: necesita ganar la carrera, que Rossi no termine entre los 13 primeros y que Lorenzo no finalice en el podio.
Lorenzo se sobrepuso a una caída
El piloto español de Yamaha, que partirá desde la tercera posición de la parrilla de salida, fue el protagonista de la jornada tras sufrir una brutal caída cuando restaban cinco minutos para la conclusión del tercer entrenamiento. El accidente se produjo en la curva 2 donde, al comenzar a abrir gas, su M1 le lanzó por los aires. Su cuerpo impactó de forma violenta contra el asfalto del trazado japonés y tuvo que ser retirado en camilla porque su pierna derecha se resintió. Trasladado al centro médico del circuito, se descartaron fracturas aunque posteriormente fue evacuado en helicóptero al Hospital de Utsunomiya –a 36 kilómetros de Motegi- para poder someterle a un TAC porque estaba aturdido y sufrió algún mareo.
“Cuando he chocado contra el suelo, me dolía todo el cuerpo y sobre todo la pierna izquierda. He tenido suerte de no lesionarme y, dadas las circunstancias, he logrado una buena posición”, confesó Lorenzo tras completar la primera fila de la parrilla de salida.