Acaparó todas las miradas en una jornada pasada por agua. En su primera salida a pista en el circuito MotorLand de Aragón tuvo que regresar al box porque comenzó a llover. Después realizó ocho giros y terminó decimoctavo (2:04.066) en la primera sesión libre. En el segundo entrenamiento dio 13 vueltas y mejoró su tiempo de la mañana (2:01.917), aunque cayó hasta la vigésima posición. Valentino Rossi completó una primera jornada de entrenamientos satisfactoria en un circuito donde sus 10 curvas de izquierdas –frente a siete de derechas- le hacen más llevadera su lesión en la pierna derecha.
“Ha ido bastante bien, sin demasiado dolor. Sabía que con el agua sería todo un poco más fácil porque para pilotar no necesitas estar en plena condición física. Cuando salgo de derechas a izquierdas, me duele la pierna. Con la pista en seco, a lo mejor mañana puedo ver mejor cómo me encuentro. Lo positivo es que la pierna no ha empeorado y no se hincha”, analizó el piloto italiano de Yamaha tras subirse por primera vez a su M1 sólo 22 días después de fracturarse la tibia y el peroné de su pierna derecha.
Ante la evidente mejoría de Valentino Rossi en las últimas fechas, cuando el propio piloto reconoció que su regreso no estaba planificado hasta el Gran Premio de Japón, el próximo 15 de octubre, un periodista italiano comparó en tono satírico su situación con las teorías que circulan desde hace años y que afirman que el hombre no llegó nunca a la Luna.
Il Dottore terminó tomándoselo a broma y siguió el juego a su compatriota. “Si queréis, os puedo enseñar la radiografía. También de eso hay algo que decir. No se dijo la verdad. Nunca salió del hospital. Cuando pasan estas cosas, se dicen muchas estupideces”, afirmó el piloto italiano sobre las informaciones que circularon la pasada semana en las que se afirmaba que las radiografías de su pierna fracturada habían sido sustraídas del hospital Riuniti de Ancona por un empleado del centro médico con la intención de venderlas.
Al final de la conferencia de prensa, Valentino Rossi no lo dudó dos veces. Se puso de pie, se bajó el vendaje compresivo que le subía más allá de la rodilla derecha y mostró sus heridas de guerra, donde por debajo de la articulación sobresalía un bulto producto del clavo intramedular fijado con tornillos que le insertó el doctor Raffaele Pascarella en la operación realizada para reducir las fracturas. Todo, ante una nube de medios de comunicación que trataban de captar la imagen del día. “¿Se ve bien?”, bromeó el piloto italiano antes de coger su muleta y emprender el camino hacia su motorhome saliendo por la parte de atrás del hospitality de Yamaha.