Celebró su sexto título de campeón del mundo por todo lo alto. Huyó de la masificada fiesta de MotoGP en la discoteca Spook, a las afueras de Valencia, y congregó a los suyos en el Club Gallery, que abandonó cuando comenzaban a despuntar las primeras luces del alba después de bailar sin descanso y cantar hasta perder la voz. Marc Márquez festejó su cuarta corona en la clase reina rodeado de los miembros de lo que él considera su 'Dream Team', su grupo de confianza, con los que comparte más de 270 días al año y a los que ve casi más que a su propia familia.
Un equipo humano con el que lleva trabajando desde hace más de una década y que le sabe transmitir fortaleza, tranquilidad y confianza cuando las cosas se tuercen. Como ocurrió en la primera parte de una temporada en la que ha terminado proclamándose el tetracampeón de MotoGP más precoz de la historia gracias al empuje de su gente.
“Mi entrenador mental es mi equipo. Son los que me ayudan a mantener el mismo espíritu para no bajar la guardia. Te tienes que saber rodear de la gente que toca; de la gente de tu entorno y de tu equipo. Desde los 11 años estoy rodeado de la misma gente y no he tocado nada. Ni mi preparador físico ni me he movido de Cervera. Intento mantenerlo todo igual porque soy feliz y estoy disfrutando”, asevera Márquez, que ha sabido conformar un grupo compacto de ingenieros y mecánicos que al final se han convertido en sus amigos.
Junto con Emilio Alzamora, quien tutela su carrera deportiva desde los 12 años cuando se conocieron en una cena del Motoclub Segre en la que a Marc le tocó en un sorteo el mono de Emilio, es a Santi Hernández al que más escucha. Es su ingeniero jefe desde 2011, cuando debutó en Moto2, y su relación se hizo inquebrantable a raíz del accidente que sufrió en Sepang y que le generó problemas de visión doble que le obligaron a pasar por el quirófano tres meses después al no corregirse con los ejercicios prescritos por los médicos.
“Este es el título más difícil. Nos hemos sabido levantar cuando tocaba. Marc es una persona muy positiva y eso lo sabe contagiar al equipo”, analiza Hernández, que con sólo una mirada se entiende con Márquez. Un caso similar es el de Carlos Liñán, su jefe de mecánicos desde 2011 y, junto con Hérnandez, la otra pieza que se pudo llevar a MotoGP en 2013. Cuando el pasado mes de septiembre se casó en Jerez, Márquez le sorprendió en plena celebración de la boda sobre una moto de cross que posteriormente le regaló.
Jordi Castellà es el mecánico que lleva más tiempo con el hexacampeón del mundo. Comenzaron a trabajar juntos en 2006 en el Campeonato de España de Velocidad (CEV) y también estuvo un año con su hermano Álex en Moto3 antes de pasar al equipo Repsol Honda en 2014.
Al igual que Hernández y Liñán, Javi Ortiz trabajó con Márquez durante las dos temporadas en Moto2 y después ocupó la plaza de Filippo Brunetti en el box del Repsol Honda en 2014. También es uno de sus mejores amigos y disfrutan de las vacaciones estivales juntos. El alemán Gerold Hugo Bucher fue su telemétrico durante su etapa en el equipo CX Repsol en Moto2 y tras un año trabajando con Álex Márquez en Moto3 en 2014 sustituyó en el box a Giulio Nava, ex de Casey Stoner. Todos juntos conforman una familia muy bien avenida.
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