Marc Márquez sigue siendo el rey del trazado COTA de Austin. Ni siquiera la sanción de tres posiciones en la parrilla de salida impuesta por Dirección de Carrera por entorpecer a Maverick Viñales en la sesión de clasificación ha conseguido poner fin a la racha de triunfos consecutivos del piloto del equipo Repsol Honda en la pista texana, donde ha infligido un duro castigo a sus rivales después de imponerse con autoridad –con una ventaja de más de tres segundos y medio- y ascender hasta la segunda posición de la clasificación general de MotoGP con sólo un punto menos que Andrea Dovizioso, que ha recuperado el liderato al finalizar quinto.
Consciente de que su ritmo era muy superior al resto de sus rivales, la estrategia de Márquez pasaba por hacer una buena salida desde la cuarta posición y situarse pronto en cabeza para imponer su velocidad demoledora.
Fue coser y cantar porque antes de afrontar la peligrosa primera curva del circuito texano, Márquez ya ocupaba la segunda plaza por detrás de Andrea Iannone mientras que Maverick Viñales seguía su estela. Ni siquiera necesitó un giro para superar al italiano porque en la curva 12, donde se llega a una velocidad de 339 km/h después de gestionar la recta trasera, lo adelantó de forma limpia.
A partir de ahí, el piloto español ya no se las tuvo que ver con nadie y disfrutó de su circuito talismán, donde nadie ha conseguido ganarle desde que la pista debutó en el calendario mundialista en 2013. “Quería una carrera tranquila. Mi estrategia pasaba por empezar bien y apretar; ya está. No tenía confianza para luchar en el cuerpo a cuerpo, así que he decidido escaparme”, confesó Márquez después de lo acontecido hace dos semanas en Argentina, donde tiró a Valentino Rossi y Dirección de Carrera anunciara el endurecimiento de las sanciones en el Campeonato del Mundo.
Márquez, quien tuvo que escuchar desde lo más alto del podio los silbidos de los aficionados congregados en el circuito estadounidense, estuvo escoltado por Maverick Viñales y Andrea Iannone, que finalizó tercero. El podio del piloto italiano confirma la recuperación de Suzuki después de que Álex Rins, su compañero de equipo y que se fue al suelo en Austin, subiera al tercer escalón en el Gran Premio de Argentina.
Valentino Rossi, que finalizó cuarto, no pudo plantar cara ni a su compatriota ni a su compañero de equipo, que confirma la mejoría de Yamaha. “Está cambiando todo y ya se huele la victoria”, aseguro el piloto español antes de llegar a Jerez dentro de dos semanas.