Cada imagen de Marc Márquez en las pantallas gigantes instaladas a lo largo del trazado de Mugello ha sido recibida con abucheos y pitos a lo largo del fin de semana. Una situación que se ha convertido en un denominador común en determinados circuitos del calendario mundialista después del incidente protagonizado con Valentino Rossi en el Gran Premio de Malasia en 2015. Tras el Sepang Clash, cada vez que sucede un nuevo encontronazo entre ellos rebrota la hostilidad de los tifosi contra el piloto español. Como en el pasado Gran Premio de Argentina, cuando Márquez se llevó por delante a Rossi en una acción al límite y tuvo que abandonar el circuito de Termas de Río Hondo entre abucheos e insultos.
En el trazado de la Toscana, feudo de Il Dottore, no se han quedado atrás después de escenificar una macabra tumba del tetracampeón del mundo de MotoGP en los alrededores del circuito de Mugello y celebrar con aplausos –incluso en la sala de prensa- la caída de Márquez en la curva 10 cuando sólo se había disputado las primeras cinco vueltas.
“Es una cosa que ya me esperaba. Que celebren la caída de un piloto es triste porque tenemos nuestro riesgo en pista. Ya sé que mucha gente se ha alegrado por mi caída, pero es curioso que celebren más la caída de un piloto que la victoria de otro. Estamos en este punto y diferentes factores lo han hecho llegar hasta aquí. Me lo dijeron todo el viernes cuando Pirro estaba tendido en la gravilla, sin saber su estaba vivo o muerto, y sólo estaban preocupados por abuchearme cuando me enfocaban las cámaras. Eso lo dice todo”, ha valorado Márquez, que espera que sus aficionados no paguen con la misma moneda a Valentino Rossi cuando dentro de dos semanas acuda a Montmeló: “Sólo espero que mis aficionados tengan respeto por todos los pilotos. Cuando se cae un piloto, no hay que alegrarse porque nos jugamos la vida en la pista”.
A Márquez, que se mantiene al frente de la general de MotoGP con una renta de 23 puntos sobre Valentino Rossi, tercero en Mugello, y 28 sobre Maverick Viñales, la victoria de Jorge Lorenzo le ha venido bien porque ha restado puntos a sus rivales. “Me ha echado un cable ganando. No estoy contento con este resultado porque es una caída y he perdido puntos, pero también viene bien. Había gente que ya me veía campeón con una mano y no es así. El campeonato es muy largo, puede pasar de todo y de una carrera a otra cambian mucho las cosas. Lo importante es que después de gastar el comodín que no quería usar estamos 23 puntos por delante y aún tenemos un colchón de una carrera. El año pasado salí de aquí con una desventaja de 37 puntos”, ha argumentado el vigente campeón del mundo de MotoGP.