El desembarco de Alberto Puig como team manager del Repsol Honda coincidió con la conquista de la triple corona (títulos de piloto, constructor y equipo) la pasada temporada. Ahora el máximo responsable deportivo de la estructura japonesa se enfrenta a su primer contratiempo serio en el seno del equipo porque el piloto que fichó para sustituir a Dani Pedrosa no consigue adaptarse a la poderosa Honda RC213V con la que Marc Márquez ha ganado cinco de seis títulos posibles en MotoGP.
A la conclusión del GP de Italia, Jorge Lorenzo viajó la pasada semana a la fábrica de Saitama para intentar coger el toro por los cuernos. “La idea de viajar a Japón sale del sentido común. Una cosa que no funciona hay que intentar arreglarla. Más que estar haciendo las cosas en Europa con información japonesa, a veces lo mejor es ir directamente al sitio”, ha explicado Puig en la previa del GP de Cataluña y ha asegurado que en ningún momento se ha planteado romper el contrato que vincula al piloto español con la fábrica del ala dorada hasta el final de 2020.
“Jorge tiene un contrato de dos años y Honda siempre ha respectado los contratos. Es nuestro piloto para las dos próximas temporadas y Honda va a hacer lo posible para que vaya rápido. Los contratos están para cumplirse; sino no hagas un contrato y que cada uno haga lo que quiera cuando le apetezca. Nadie, en estos momentos, se ha planteado la hipótesis de rescindir el contrato”, ha zanjado el responsable deportivo del equipo Repsol Honda.
Lorenzo insistió en Mugello en la idea de convencer a HRC para que haga una moto siguiendo sus instrucciones. “Yo sé cómo hacer la moto ideal para todos los pilotos de nuestra marca”, sugirió tras exponer que sólo Marc Márquez saca partido a la RC213V. Una idea que Puig ha descartado por completo: “La línea de nuestra moto no es tan mala porque gana casi cada año el campeonato. Es más un problema de adaptación de Jorge, que no el querer cambiar el ADN de la moto. Las motos nunca son perfectas y siempre hay que mejorar, pero lo que tampoco podemos pretender es cambiar completamente la moto simplemente porque un piloto no se adapte a ella, sobre todo, cuando la moto está ganando y lidera el campeonato”.
Durante los tres días que el piloto español permaneció en la fábrica de Saitama, se buscaron soluciones aerodinámicas en la zona del depósito para lograr más apoyo en las piernas. “Él utiliza las piernas para frenar, porque se cansa mucho en el tren superior. Estamos intentando hacer una serie de soportes para que pueda hacer eso”, explicó Puig, que dio algunos detalles más que Lorenzo sobre el sorpresivo viaje a Japón.
“Es evidente que ninguna de las dos partes está contenta con los resultados que estamos ofreciendo. Honda no está contenta con los resultados y yo tampoco. He conseguido muchos resultados con varias marcas y también quiero hacerlo con Honda. Por eso estoy aquí y por eso he decidido seguir dos años más en MotoGP. El proceso será más largo de lo que esperábamos y más largo de lo que me gustaría, pero yo creo que con esfuerzo y modificaciones por ambas partes habrá progresos y la cosa irá mejor”, analizó Lorenzo, que insinuó una ruptura con Honda si los resultados no llegan. “Vamos a ver si el tiempo demuestra eso o seguimos estancados. De esa manera, a lo mejor Honda no está dispuesta a continuar y yo tampoco”, concluyó el piloto español.