Cuando el Campeonato del Mundo llega al trazado holandés de Assen, todavía colea el incidente en la curva 10 durante la segunda vuelta de MotoGP en el circuito de Barcelona-Cataluña. Jorge Lorenzo acabó con la carrera de Andrea Dovizioso, Maverick Viñales y Valentino Rossi, pero se quedó sin sanción al considerar Dirección de Carrera que se trataba de un lance. El piloto del equipo Repsol Honda, acompañado de Alberto Puig, acudió a los boxes de Yamaha y Ducati para pedir disculpas por la acción cometida. Ninguno de los dos pilotos de la fábrica de Iwata estaba en sus garajes, pero fue recibido por Massimo Meregalli, team manager del Monster Energy Yamaha. Después acudió a su antiguo equipo, donde le esperaban Dovizioso, Paolo Ciabatti, director deportivo de la fábrica de Borgo Panigale; y Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse, con los que conversó durante unos minutos.
Dos semanas después, a Viñales todavía le dura el enfado y se está muy molesto con Lorenzo porque en este tiempo no ha recibido una llamada del piloto del equipo Repsol Honda. “No he hablado con él. Sinceramente, después de la carrera se me había pasado el enfado y me quedaba más con las sensaciones de las primeras vueltas y el feeling que tenía con la moto, que era excelente. Nada más. Al final, Jorge tiene mi número y la confianza para llamarme y explicarme, al menos, la situación. Yo soy una persona que respeta mucho a los otros pilotos. La pista es la pista y fuera de la pista es otra cosa”, ha señalado el piloto español de Yamaha, quien considera que la ausencia de sanción crea un precedente para situaciones similares.
“Respeto la decisión de los comisarios, pero creo que era necesario que tomaran una decisión ligeramente diferente. Yo siempre he respetado a los demás pilotos y creo que no penalizar a Lorenzo por aquella maniobra significa abrir abre la puerta a que haya más acciones como esa. Esto podría conllevar que otros pilotos puedan ponerse a adelantar y entrar en puntos de la pista en los que es complicado hacerlo. Estoy muy decepcionado por lo que ha pasado y también enfadado”, ha expresado.
Para Lorenzo el tema está zanjado y sólo espera que el nuevo carenado que va a estrenar en el Gran Premio de Holanda le ayude a mejorar a pesar de estar todavía dolorido por la caída. “Me duele un poco la espalda y el cuello, pero hay que pensar en positivo. Después de la caída estaba un poco preocupado. Fui a la clínica para hacerme radiografías y comprobar que no tuviese alguna vértebra afectada. He ido mejorando las sensaciones en esas partes del cuerpo que me dolían, pero no estoy del todo perfecto. Es donde me rompí la costilla en Qatar, cerca de alguna vértebra de las de arriba, y también me duele el pecho según qué movimientos. Parece ser que no es nada importante y que se irá curando. Vamos a ver cómo me encuentro en la moto”, ha explicado el piloto del equipo Repsol Honda, que no tiene previsto hablar con Viñales.
“No, no tengo intención de hablar con él porque tengo mis razones. Y con Valentino no creo que haga falta. Lo que tenía que hacer, ya lo hice. En su momento, no me los encontré y sí me encontré a Dovizioso, pero no sirve de nada porque no voy a cambiar nada la situación. Lo han entendido y ya está. A pasar página”, ha zanjado Lorenzo.