La amenaza del coronavirus, cuyo epicentro se focalizó en la ciudad china de Wuhan y que rápidamente se ha extendido a otros países asiáticos como Japón, Corea del Sur o Irán hasta llegar a buena parte de Europa, ha comenzado a preocupar en el Campeonato del Mundo de MotoGP, que arranca el próximo día 8 en Qatar. En Doha permanecen desde hace una semana, cuando se disputaron los últimos test de pretemporada, la gran mayoría de los miembros de nacionalidad nipona de los equipos después de que las autoridades qataríes no les garantizan poder volver entrar al país del Golfo Pérsico.
Dos semanas después del Gran Premio de Qatar, el Campeonato del Mundo debe desplazarse hasta Tailandia (22 de marzo) para disputar la segunda cita de la temporada en el Chang International Circuit de Buriram. Una ronda que, de momento, está confirmada por la organización de MotoGP después de que el departamento de control de enfermedades del Ministerio de Salud Pública tailandés asegurara que no existe ningún riesgo importante.
Pese a todo, a los hermanos Márquez le preocupa que el coronavirus llegue a MotoGP. “Es algo que preocupa a toda la sociedad. Ir o no a un sitio depende del organizador del campeonato, pero la precaución debe ir por delante de todo”, ha reconocido Marc Márquez durante la conferencia de prensa celebrada este jueves en la sede de la compañía Repsol en Madrid.
“Estamos esperando a lo que se decida. Si se puede evitar cualquier tipo de riesgo, mejor”, ha añadido su hermano Álex en la primera rueda de prensa conjunta de ambos en España con los colores del Repsol Honda.
“Es una alerta mundial y nosotros seguimos los consejos de los organismos que deben decidir. Creo que la precaución es lo más importante”, ha asegurado el mayor de los Márquez, convencido de que el organizador del Campeonato del Mundo va a tomar las decisiones correctas para garantizar la seguridad de todo el personal que trabaja en MotoGP y que, en buena medida, está formado por un numeroso contingente de italianos y japoneses.