Marc Márquez ha vuelto a poner algo de realidad a las esperanzas de los grandes aficionados de MotoGP. El piloto de Cervera, después de varios meses parado por esa lesión en el Mundial del año pasado, ha regresado a los circuitos. Sin embargo, su experiencia sobre la moto y las ansias de verle triunfar han podido generar más expectativas de las previstas por su equipo. Por ello, el piloto español ha dejado claro que tendrá que bajar el ritmo en las próximas carreras para evitar males mayores.
El máximo representante de Honda, en declaraciones a Dazn, ha explicado su momento. Una situación complicada, y más para un piloto acostumbrado a arriesgar tanto como Márquez, pero que es parte fundamental del proceso de readaptación tras su larga recuperación. "No lo he hecho nunca, pero debo hacerlo", ha recalcado acerca de bajar el ritmo en el asfalto.
"En Portimao lo hice muy bien, en Jerez me dejé llevar un poquito y vinieron dos caídas. En Le Mans me dejé ir más y vinieron más caídas. No estoy preparado", ha subrayado un Márquez algo compungido. "Lo único que voy a crear es tener caídas, que las puedo tener siempre, pero con sentido y no sin sentido".
"De momento, es una lucha, pero es un test público. En vez de privado, es público. Delante de pilotos y cámaras, pues cuesta más, pero es lo que debo hacer si quiero mejorar en un futuro", ha detallado un Márquez consciente de que sus aspiraciones en el Mundial son muy diferentes a las de otras temporadas.
Pese a todo, no pierde el optimismo: "Vendrán circuitos mejores, no siempre estarás mal, pero la evolución del brazo está ahora un poco estancada y lo importante es que no vaya hacia atrás". En el Gran Premio de Francia, una nueva oportunidad.
Los objetivos reales
"Lo dije ayer con la boca pequeña, pero lo ha dicho hoy Alberto -Puig, director de Honda- y es una realidad, pues ahora estamos priorizando otra cosa y sabemos que correr y coger cinco puntos, diez siendo muy optimistas, no va a cambiar nuestro resultado a final de año", ha indicado en rueda de prensa. Puig, horas antes, llegó a dejar la puerta abierta a que Márquez parara si era lo mejor para su recuperación.
Y es que, como ha reconocido Márquez, les "da lo mismo quedar terceros" que "décimos" porque "si no se gana es un mal año". Por ello, ve este Mundial como "un año de transición" en el que volver a coger su estado de forma ideal. "Honda es una moto crítica y para llegar al límite necesitas tener caídas", aseguró. Sin embargo, como reconocía en Dazn, esos 'golples' "restan confianza".
Marc Márquez, que en su día desveló que llegó a dudar de si podría subirse de nuevo a la moto, lucha contra la presión y sus propias ganas de ganar para controlar unos problemas físicos que ya le hicieron pasar por quirófano tres veces.
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