Ha ganado consistencia, madurez para saber gestionar las situaciones complicadas y un punto de frialdad. Fabio Quartararo ha aprendido la lección de la pasada temporada, después de un comienzo arrollador y un hundimiento sin precedentes en la segunda parte que le llevó a perder la pelea por el título de MotoGP con Joan Mir. El piloto francés no lo va a dejar escapar este año. El Diablo ha puesto la directa tras sumar su quinta victoria del año en Silverstone, donde se impuso con autoridad, y cobrar una ventaja en la clasificación general de 65 puntos sobre el español cuando restan seis citas para el final del curso.
El francés, que mostró velocidad y consistencia a lo largo del fin de semana pese a una caída que le dañó el tobillo izquierdo, tomó la salida desde la tercera posición pero antes de encarar la primera curva superó a Aleix Espargaró. Por detrás de ellos, la carrera para Jorge Martín y Marc Márquez acabó a las primeras de cambio. El exceso de ganas del piloto del equipo Repsol Honda le llevó a caerse en la curva 9, cuando peleaba por la quinta plaza, llevándose por delante al español del Pramac Ducati.
Con Pol Espargaró comandado la carrera y su hermano Aleix detrás de él, Quartararo impuso su superioridad para pasar a liderar en la sexta vuelta y comenzar a cobrar ventaja una después. A partir de ahí, el francés se lanzó directo hacia su quinto triunfo del año y su podio decimoctavo en la categoría reina para igualar a su compatriota Christian Sarron.
Por detrás emergió Álex Rins, que en el ecuador de la carrera se situó segundo mientras Aleix Espargaró peleó con uñas y dientes con Jack Miller para conservar la tercera plaza. De esta forma, el español otorgó a Aprilia su primer podio en la categoría reina antes de la llegada de Maverick Viñales al equipo italiano.