Justo en la pista en la que sufrió la peor lesión de su carrera deportiva hace dos años, cuando se fracturó el húmero de su brazo derecho en el circuito de Jerez-Ángel Nieto, Marc Márquez ha comenzado a recuperar la magia de antaño. Esa esencia que le llevó a ser diferente al resto de pilotos y a conquistar seis coronas de campeón del mundo de MotoGP, las últimas cuatro de forma consecutivas. El piloto del equipo Repsol Honda ha protagonizado una salvada milagrosa cuando peleaba por el tercer escalón del podio con Aleix Espargaró y Jack Miller a falta de cuatro vueltas para el final de la carrera.
“He salido muy bien, pero tenía a Aleix a la izquierda y a Jack a la derecha por lo que he tenido que cortar gas a mitad de recta. He hecho una primera vuelta agresiva, atacando, porque sabía que era importante posicionarse y no perder el grupo de delante. Dos pilotos [Pecco Bagnaia y Fabio Quartararo] se han ido, que era lo que esperábamos. Sabía que Aleix iba más rápido que nosotros, aunque sin tener el ritmo de Pecco y Fabio. He pensado ‘A ver cuándo nos pasa Aleix y cómo lo gestionamos con Jack’. Luego, cuando he visto que a cinco vueltas todavía estaba detrás, he pensado que nos podía tocar la lotería estando en el podio y lo he intentado”, ha narrado.
El español lanzó el ataque cuando restaban cuatro vueltas y superó al australiano en la curva Sito Pons (5), un viraje ciego en subida. Después fue el mayor de los hermanos Espargaró el que trató de superar a Miller en la última curva que da acceso a la entrada a meta. Su adelantamiento tuvo premio extra porque Márquez se salió de la trazada y protagonizó una prodigiosa salvada con una inclinación de 66º, pasando a ser cuarto y defendiendo su posición ante el correoso Miller. El aussie le superó en la frenada de final de recta, pero Márquez todavía no había dicho la última palabra. En la última vuelta, en la curva Aspar, dio buena cuenta del australiano para terminar finalizando cuarto.
“He luchado esta cuarta plaza como si fuera un triunfo. Ya estaba prácticamente en el suelo y la afición de Jerez ha levantado la moto y he podido luchar por esa cuarta posición”, ha señalado para explicar que, poco a poco, se va planteando nuevos retos.
“Me voy marcando objetivos realistas porque así no hay frustración y sí motivación para ayudarme de cara a las próximas carreras. Tenemos que seguir construyendo. Ojalá en el test de este lunes podamos dar otro pasito, pero no saldremos de aquí estando para ganar. Veremos las próximas carreras, pero no hablaré aquí ni en la siguiente de recuperar puntos”, ha advertido.
Su cuarta posición en el circuito de Jerez-Ángel Nieto le llenó de euforia y hasta llegó a lanzar los guantes a los aficionados congregados en Nieto-Peluqui. “No soy de regalar cosas, pero estaban los miembros de mi Fan Club. Al ver cómo estaba de gente Nieto-Peluqui he pensado que tenía que regalar algo. Los he lanzado con el brazo izquierdo porque con el derecho no llego”, ha continuado para desvelar que desde la carrera de Austin ha comenzado a trabajar de forma más normal porque, por alguna razón, si está dos semanas parado baja muchísimo la musculatura de su brazo derecho.
“Hay que tener constancia para seguir mejorando. No todo es físico, no todo es moto y no todo es equipo; es un conjunto. La moto tampoco está ayudando, pero yo estoy poniendo todo de mi parte. La magia esa de antes no la tengo ahora, pero la estoy intentando recuperar. Estoy en el camino y voy a insistir dentro de los márgenes que pueda”, ha concluido el piloto español del equipo Repsol Honda.