Nuevos retos e hitos para Marc Márquez: "Necesito recuperar la ilusión"

La voz unánime que recorre el paddock del circuito de Mandalika, en la isla indonesia de Lombok, es que Marc Márquez peleará por el título de campeón del mundo de MotoGP la próxima temporada una vez se haya oficializado su paso al equipo Gresini Racing, donde volverá a compartir garaje con su hermano Álex como ya sucedió en 2020 en las filas del Repsol Honda. Una noticia por la que todos los pilotos de Ducati se frotan las manos porque podrán disponer de la telemetría del español y compararla con la suya propia en busca de mejoras.

“Su primera toma de contacto con la Ducati será en el test de Cheste y terminará liderando los entrenamientos. Tendrá que probar muchas cosas, pero liderará porque esta moto se adapta a todos los estilos de pilotaje. Tenemos una gran moto, muy competitiva y que permite frenar muy fuerte, como hacía él con la Honda”, ha pronosticado Pecco Bagnaia, vigente campeón del mundo de MotoGP y líder del proyecto de la fábrica de Borgo Panigale.

Jorge Martín, que se encuentra a sólo tres puntos del liderato del italiano, es de la misma opinión que su rival. "Será un gran reto para nosotros y para él porque viene de estar muchos años en una misma moto. No será fácil, pero la moto es fantástica y se adaptará rápido. Creo que estará peleando por el campeonato, sin duda. Para nosotros será la manera de compararnos con Marc, uno de los mejores de la historia. Mirar sus datos será interesante”, ha añadido el piloto del Prima Pramac Ducati.

De izquierda a derecha; Jorge Martín, Pecco Bagnaia y Marc Márquez, en la rueda del prensa del GP de Indonesia. MotoGP

Con su salida de Honda Racing Corporation (HRC), tras 11 temporadas y seis coronas de campeón, Marc Márquez inicia una nueva era en un equipo satélite, sin el dream team que le ha arropado desde sus inicios en Moto2 y en busca de la ilusión de antaño superado un calvario de lesiones.

“Ha sido una decisión dura, pero quiero que mi carrera deportiva continúe muchos años más. Necesito recuperar esa ilusión de venir a las carreras, el divertimento de estar en pista y de pilotar una MotoGP. Es lo que intentaremos hacer el año que viene. Para eso, he tenido que salir de mi zona de confort, porque, honestamente hablando, en Honda estaba muy bien: teníamos una relación de 11 años increíble, tenía todo controlado, sabía por dónde iba la moto, un buen salario... Todo ayudaba, pero he priorizado mi carrera deportiva”, ha reflexionado el español que, a sus 30 años, iniciará un reto mayúsculo en busca de una nueva corona de campeón del mundo de MotoGP.

Por primera vez no contará con una máquina oficial ni con su equipo técnico de confianza, además de tener que adaptarse a una moto radicalmente diferente a la Honda. Todo, para volver a reinar en MotoGP y convertirse en el primer piloto en coronarse campeón del mundo de la clase reina con un equipo satélite desde que lo hiciera Valentino Rossi en 2001 con el equipo Nastro Azzurro, gestionado por Honda Europa. Si lo logra, también igualaría los nueve títulos mundiales de Il Dottore, su enemigo acérrimo.