El Gran Premio de Jerez de MotoGP del pasado fin de semana puede tener mucha más relevancia de lo que se esperaba en un principio. Por primera vez desde hace un tiempo se volvió a ver la mejor versión de Marc Márquez. La versión de un piloto sin miedo, agresivo y, sobre todo, rápido.
Marc Márquez ya está aquí. El piloto español vivió un cambio drástico este pasado invierno. Puso fin a una relación de más de una década con Honda, la marca que le ha hecho ganar ocho títulos mundiales, y ser marchó al equipo más dominador de la actualidad: Ducati. Pero no lo hizo para pilotar en el equipo oficial sino para estar a los mandos de un prototipo como es la Gresini. Su objetivo era volver a recuperar la ilusión y allí podía lograrlo.
Una meta que ya parece haber logrado tras cuatro carreras. A pesar de haberse caído en dos Grandes Premios, a Marc se le nota feliz. Y eso es peligroso. La mirada le vuelve a brillar como antes y el talento innato no se ha perdido. Con una moto buena, Márquez es capaz de todo y más.
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Hasta ahora, su papel en las primeras carreras había dejado certezas, pero también alguna duda. Volvió a situarse en el mapa y a competir con los mejores, pero en dos de las tres primeras pruebas se fue al suelo en el momento clave. Este pasado fin de semana, en Jerez, Márquez espantó cualquier tipo de duda y dejó su candidatura a pelear por el título.
Batalla épica
Sobre suelo español, Márquez y Bagnaia dejaron una batalla titánica. El vigente campeón del mundo se llevó el gato al agua, pero sufrió de lo lindo ante un Marc totalmente desatado.
En el decimosexto giro Marc Márquez protagonizó la vuelta rápida de carrera (1:37.873) que le puso a escasamente seis décimas de segundo de Bagnaia a diez vueltas del final. El ocho veces campeón del mundo estaba recortando distancias de manera eficaz y constante. Bagnaia ya podía sentir su aliento.
Comenzó entonces un tiro y afloja constante en el que ambos pilotos se repartieron las vueltas rápidas. Se acababan las vueltas y Márquez recortaba centésima a centésima a su rival. La emoción fue 'in crescendo' hasta que en la vigésimo primera vuelta Marc Márquez lo intentó por primera vez y el campeón en título le devolvió la acción, manteniéndose ambos en paralelo durante varias curvas, pero recuperando Bagnaia el liderato de la carrera.
La tensión entre ambos pilotos podía sentirse en el ambiente. Márquez iba a entregar la cuchara, pero se topó con la mejor vesrión de Pecco. El italiano cerró todas las puertas y en la últimas vuelta voló sobre la pista Ángel Nieto y se adjudicó el triunfo. Márquez finalizó segundo, pero la sensación era de victoria.
Así lo demostró después en la ceremonia posterior a la carrera. Tras bajarse de la moto se abrazo con todos sus mecánicos en el paddock y en ningún momento se le borró la sonrisa. Se atrevió incluso a bailar en el podio.
Un sueño alcanzable
Sin querer desvelar en qué consiste exactamente, el catalán reconoció que tiene una hoja de ruta clara en su mente. "Tengo un plan, y está yendo según mis previsiones", apuntaba el sábado, antes de caer cuando lideraba la sprint. "De momento caemos nosotros, pero el buen resultado está al caer", auguraba, con su humor habitual.
Dicho y hecho. El domingo por la tarde ya había cumplido, volviendo a mostrar su mejor versión sobre la pista. "Dentro de mi plan he ganado, el trayecto que tengo en mi cabeza cada vez pinta mejor. Si soy feliz, soy rápido", avisaba.
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Marc Márquez ha olido sangre y cuando a un piloto tan peculiar como él se le enciende la mirada el resto de sus rivales tiemblan. Ser campeón del mundo no es una locura y Marc ha demostrado ser capaz de todo. Ahora mismo, el de Cervera es sexto en el Mundial, pero el liderato está a tan solo 32 puntos. Una cifra remontable teniendo en cuenta que lo mejor de Marc está por llegar. No lo tendrá fácil, teniendo en cuenta además que hay pilotos en su marca que manejan una moto superior.
Conseguir el título de campeón del mundo le serviría a Marc Márquez para alcanzar un hito histórico. Y es que igualaría a Valentino Rossi con nueve campeonatos. Ahora mismo, Marc tiene 6 en MotoGP, 1 en Moto2 y 1 en Moto3. Su única diferencia con 'Il Dottore' es un Mundial en la categoría reina.