Jorge Martín abraza la Torre de Campeones, donde está inscrito su nombre como campeón del mundo de MotoGP.

Jorge Martín abraza la Torre de Campeones, donde está inscrito su nombre como campeón del mundo de MotoGP. David Morales

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Jorge Martín zanja la polémica: "¿Hormiguero o Revuelta? Lo que quiero es que descubran mi historia, nadie me regaló nada"

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Hace 10 días que se proclamó campeón del mundo de MotoGP y todavía está en proceso de asimilarlo. “Anteayer estaba en mi casa en Madrid y estuve dos horas abrazado a la Torre de Campeones viendo la carrera de Barcelona, en la que gané el título”, explica Jorge Martín (29 de enero de 1998, San Sebastián de los Reyes, Madrid), que se ha quitado un peso de encima porque en su cabeza rondaba una idea que le atormentaba. “Si me retiro y no lo he conseguido, ¿cómo voy a vivir con eso?”, confiesa en su entrevista con EL ESPAÑOL en las instalaciones de Red Bull en Madrid. Ni siquiera la polémica entre El Hormiguero y La Revuelta por su entrevista le ha borrado la sonrisa en estos días.

Cada vez que va a El Hormiguero se lía...

Aún no he ido, todavía no se ha liado.

No está nada mal que los dos programas que están luchando por el prime time nocturno, que es la franja horaria más potente de televisión, se peleen por ti.

Es un privilegio estar en boca de todos, digamos. Al final no es que se peleen, porque iré a los dos programas. Yo lo que quiero es llegar a todo el mundo y ya está, pasármelo bien.

Su objetivo es que la gente conozca quién es Jorge Martín, más allá de ser el nuevo campeón del mundo de MotoGP, ¿no?

Exacto. Yo creo que al final si voy a estos programas es para que la gente conozca mi historia, que creo que es una historia bonita. No ha sido nada fácil llegar hasta donde he llegado, nadie me ha regalado nada. Creo que soy un buen ejemplo para la gente que igual no me conoce y le puede ayudar.

El comportamiento que Pecco Bagnaia y usted han tenido, pese a ser rivales y estar peleando por el título de campeón del mundo de MotoGP, ha sido ejemplar en un mundo que cada vez está tan polarizado.

Nuestra historia es especial. Creo que Pecco Bagnaia es un grandísimo campeón, pero este año ha demostrado también que es una persona muy noble y honesta. Siempre dice lo que piensa y creo que sólo nosotros sabemos lo que de verdad hay. Dormimos dos años en la misma habitación [cuando ambos eran adolescentes y pilotos del equipo de Jorge Martínez Aspar] y teníamos una amistad como si fuésemos hermanos.

Luego nuestros caminos se separaron. Él subió a Moto2 y yo me quedé Moto3. Luego él subió a MotoGP y yo a Moto2. Entonces no nos volvimos a encontrar hasta que yo subí a MotoGP. Yo siempre iba por detrás de él, aprendiendo de él, hasta que al final conseguí batirle. Igual que el año pasado a mí me dolía no ganar, pero me alegré por él, este año él dijo que se alegraba por mí porque me lo merecía. Al final, nos conocemos las dos familias y han sido muchos años de muchas carreras y muchos momentos juntos.

Hablando con Carlos Ezpeleta, director deportivo de MotoGP, me dijo que vosotros sois los mejores pilotos de la historia tanto fuera como dentro de la pista.

Bueno, tampoco puedo añadir mucho a eso. Creo que fuera de la pista nunca se ha visto una relación así entre dos contendientes al título. Esto es único y será difícil volver a verlo. Es difícil ver que dos compañeros de equipo de Moto3, que compartían habitación, que esto ya tampoco se ve, lleguen a pelear por el título de campeón del mundo de MotoGP dos años consecutivos. ¡Es una pasada!

A nivel deportivo, en la competición yo creo que el nivel siempre aumenta y aumenta. Es como si comparas un equipo de fútbol de ahora con uno de hace 20 años, sería una goleada. En MotoGP es lo mismo.

A nivel deportivo, el nivel aumenta. Tienes que tener más habilidades para ganar a los que ya están. El nivel de MotoGP está en su máximo y seguirá subiendo. Igual en 20 años los pilotos que haya serán mucho mejores que nosotros, pero creo que los que estamos ahora mismo con Marc Márquez y Pecco Bagnaia somos seguramente muy buenos y estamos en el top.

Jorge Martín, durante su entrevista con EL ESPAÑOL, en las instalaciones de Red Bull en Madrid.

Jorge Martín, durante su entrevista con EL ESPAÑOL, en las instalaciones de Red Bull en Madrid. David Morales

Ustedes son deportistas y son iconos populares, ¿no crees que tienen la misión de transmitir valores positivos al público, sobre todo a los más jóvenes que les siguen en las redes sociales?

Yo no me he sentido un icono hasta ahora, que he ganado el título de campeón del mundo de MotoGP. Siempre he sido yo el que veía como iconos a Marc Márquez, Fabio Quartararo, Pecco Bagnaia... Era yo el que los veía así y ahora estoy ahí con ellos. No siento ninguna responsabilidad, aunque creo que también es importante dar ejemplo.

Como te decía antes, mi historia creo que es bonita. Es una historia de superación, de pasar malos momentos y poder rehacerme. Con este ejemplo, al final demuestras unos valores que quien quiera verlos los puede adoptar y quien no, pues no lo hará.

¿Qué ha mejorado respecto al año pasado para poder ganar el título esta temporada?

He aprendido a manejar mis emociones y mis pensamientos. Al final, durante tu vida tienes pensamientos y emociones que te pasan y no sabes por qué, no sabes entenderlo.

Estoy triste o estoy agobiado, pero no sabes entender el porqué. He aprendido a aceptar mucho más las cosas que me vienen y estar más tranquilo. Yo creo que esto ha sido lo que más he cambiado.

Gino Borsoi, team manager del Prima Pramac, me dijo que una de las claves de su éxito esta temporada ha sido la tranquilidad que usted ha transmitido al equipo cuando llegaba al box aunque tuviera problemas.

Sí, creo que el piloto hace al equipo. Esto lo hemos dicho siempre. Si el piloto llega ansioso al box y pegando golpes porque le ha ido mal un entrenamiento, el equipo se pone nervioso e igual se deja un tornillo mal puesto.

He intentado evitar esto. No sirve de nada llegar, pegar cuatro gritos y decir que la moto es una mierda porque esto no me va a ayudar. Entonces, he intentado parar un poco, respirar y decir vale 'Pues pasa esto, esto y esto, ¿cómo podemos mejorar?'. Al final, cómo puedo mejorar ha sido la pregunta que me he hecho constantemente. ¿Cómo puedo ser mejor? ¿Cómo puedo mejorar? Esto es lo que me ha llevado a ir progresando durante la temporada.

Jorge Martín, junto a la Torre de Campeones de MotoGP y el casco que lució en la celebración en Barcelona.

Jorge Martín, junto a la Torre de Campeones de MotoGP y el casco que lució en la celebración en Barcelona. David Morales

En Jerez, cuando hablé con usted, me dijo que había empezado a trabajar con un psicólogo y que estaba a un 20%. ¿Y ahora?

Pues igual a un 50%. Quizás en Jerez, cuando hablé contigo fue antes de la carrera en la que me caí liderando. Después de esa carrera pasé de un 20% a un 40% en un día. Tuve que trabajar mucho después de esa caída. Luego ha sido mantener el trabajo diario y me ha venido muy bien, tanto en lo personal como en lo profesional. Estoy muy contento de haber dado ese paso.

Usted es puro nervio...

Sí, es difícil pararme [risas]. Me cuesta estar en casa metido. Incluso ahora que estoy un poco de vacaciones, ayer estuve toda la mañana tirando al plato, luego me fui a entrenar, luego... Acabé a la una de la mañana en casa. O sea, que sí, soy un puro nervio.

Aunque esté descansando, no puedo parar. Sí que es verdad que estoy mucho más tranquilo en las carreras. En las carreras me noto más relajado, aceptando más lo que me toca y disfrutando más del momento.

Su relación con Aleix Espargaró es magnífica, ¿quizás porque los dos son puro nervio?

Yo creo que él es más nervioso que yo, es peor que yo [risas]. Aleix es un muy buen ejemplo. Él siempre me dice 'Eres mi miniyo', eres mi versión mejorada. Al final nos gusta lo mismo, disfrutamos de las mismas cosas y es brutal que un ídolo que yo tenía de pequeño haya podido ser mi amigo, haya podido aprender de él, correr con él, competir contra él. Luego en pista no nos regalábamos nada, al final si uno iba más rápido el otro pues nos pasábamos como si fuésemos uno más, pero luego fuera éramos amigos.

Pero más que amigos, creo que Aleix Espargaró siente un poco de responsabilidad paterna con usted.

Depende del momento. Tenemos momentos de hermanos, de pasarlo bien y de risas. También tenemos momentos en el que yo soy su hijo. Voy a cenar a su casa porque estoy sólo en Andorra y estoy con Max y Mia [los hijos mellizos de Aleix Espargaró] jugando mientras él nos cocina. Es precioso y espero que siga así toda la vida.

¿Qué objetivos se marca para la próxima temporada?

La verdad que ahora mismo no tengo muchas expectativas. Quiero empezar y ver cómo va. Al final mi objetivo siempre va a ser mejorar y dar lo mejor de mí mismo. Si eso me va a llevar a hacer quinto, pues estaré contento. Si eso me lleva a ser primero, pues mejor aún. El objetivo es mejorar día a día y, al final, ya no soy tan resultadista. Quiero que cuando me retire poder decir que lo di todo, que he tenido una buena carrera deportiva y que estoy orgulloso de lo que he hecho. Y ya está.

La primera toma de contacto con la Aprilia en el test de Barcelona, ¿fue bien?

Bueno, no puedo hablar de cómo ha ido [tiene contrato con Ducati hasta el 31 de diciembre]. Ya habló Massimo Rivola [CEO de Aprilia Racing] y ahí tenéis un poco de información. Estoy contento de cómo me están yendo las cosas y luego veremos. Seguramente, los test de febrero serán complicados. La moto sufre con calor, dicen, así que veremos cómo podemos solventarlo.

La Torre de Campeones de MotoGP y la placa de Jorge Martín como campeón del mundo de la clase reina.

La Torre de Campeones de MotoGP y la placa de Jorge Martín como campeón del mundo de la clase reina. David Morales

Pero tiene la información de Aleix Espargaró, que es quien ha desarrolla la Aprilia...

Sí, sí. Creo que cambiará mucho para el año que viene. Ha habido carreras que han sido imbatibles y ha habido carreras que les ha costado mucho. Espero aportar esa regularidad para ser más competitivos.

¿Ha asimilado ya que es campeón del mundo de MotoGP?

No, aún lo estoy asimilándolo. Cada vez que lo veo pienso... [mira a la Torre de los Campeones de MotoGP con la placa que lleva su nombre] ¡Es que es precioso! Me encanta cogerlo y abrazarlo. Anteayer estaba en mi casa en Madrid y estuve dos horas abrazado a la Torre de Campeones viendo la carrera de Barcelona, en la que gané el título. Es único y estará ahí para siempre. Eso me da mucha tranquilidad.

Lo estoy asimilando y espero seguir asimilando porque estoy feliz. Espero seguir así, ojalá siempre. Seguro que hay peores, pero ese peso de encima ya me lo he quitado.

Tenía la duda de 'Si me retiro y no lo he conseguido, ¿cómo voy a vivir con eso?'. Quitarme ese peso, creo que ya es una pasada. Ya estoy tranquilo de por vida, te lo puedo asegurar. Ahora lo que venga es un regalo e intentaré darlo todo. No me conformo con esto, pero cuando retire estaré tranquilo.